La iglesia también participó en los fideicomisos secretos
Mucho se ha dicho sobre los casos de abuso de la iglesia. Sobre todo, cuando se trata de la pedofilia. Pero más allá de esos oscuros casos que el Vaticano trató de esconder, hay más, mucho más que sacerdotes transgrediendo niños.
En 1941, un carismático sacerdote mexicano llamado Marcial Maciel fundó la iglesia de “Legión de Cristo”. Una orden católica que era conocida por su intenso enfoque en cortejar a mecenas ricos. Algunos llegarían a llamar «los millonarios de Cristo».
Durante seis décadas, un culto a la personalidad creció alrededor del fundador del grupo. A los miembros de esa iglesia se les enseñó que Maciel era un «santo viviente».
Su creación creció y se convirtió en una fuerza global a medida que cultivaba lazos con funcionarios del Vaticano. Pero, sobre todo, católicos muy ricos y luminarias republicanas conservadoras en los Estados Unidos.
Maciel se convirtió en «el mayor recaudador de fondos de la iglesia moderna», y «su mayor criminal», según Jason Berry, un periodista de investigación que profundizó en la legión y su líder.
Si se quiere conocer el contexto completo pueden seguir este enlace.
Una iglesia de un hombre, que ofendió de muchas maneras al Vaticano
Los archivos filtrados revelan casi 300 millones de dólares escondidos en el extranjero para la Legión de Cristo a raíz de la investigación del Vaticano.
En 2006, después de estar plagado durante años de acusaciones contra el fundador de la Legión. Por fin, el Vaticano investigó algo más de 100 acusaciones de abuso contra Maciel y lo retiró del ministerio con la orden de que adoptara una «vida de oración y penitencia».
Cuando Maciel murió en 2008, el escándalo no murió con él. En medio del continuo escrutinio, gran parte del liderazgo de la orden pasó a Garza. A quien se le conocido como un arquitecto de sus complejas finanzas.
El 1 de mayo de 2010, el Vaticano anunció que tomaría el control de las operaciones de la Legión. Fue la acción más dramática de la iglesia contra una orden católica durante el escándalo global de abusos.
En julio de 2010, Luis Garza ayudó silenciosamente a establecer el primero de los tres fideicomisos secretos en Nueva Zelanda que mantendrían dinero para la Legión.
Como desviar dinero caritativo a fines más egoístas
Durante la investigación, el Vaticano parecía estar operando con la creencia de que la Legión tenía poco dinero. El supervisor de la Legión en el Vaticano, el cardenal Valasio De Paolis, escribió en septiembre de 2011 que la situación financiera de la Legión era «grave y desafiante».
Los fideicomisos que tenían dinero para la Legión mantenían cuatro cuentas bancarias suizas. Que incluía una en un banco con sede en Ginebra. Que el departamento de justicia norteamericano descubrió más tarde.
A medida que los fideicomisos de Nueva Zelanda construían silenciosamente sus carteras de inversión. La iglesia enfrentó amenazas legales en múltiples frentes.
Garza fue acusado de abuso sexual infantil en 2016 que atrajo la atención de los medios. Pero fue retirada en 2019. En ese momento, un portavoz de la iglesia señaló que Garza «niega categóricamente su participación en este o cualquier otro abuso».
En febrero de 2020, el Papa Francisco le informó a la iglesia, que la orden se contaminó por el culto a la personalidad que rodeaba a su fundador. Incluso después de una década de mayor supervisión del Vaticano, la orden aún no estaba completamente reformada.
