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La democracia en Brasil pende de un hilo

La extrema derecha amenaza desatarse en contra de la democracia de Brasil

A pesar de que las alarmas sobre la acción contra la democracia, hace tiempo que están encendidas. Miles y no millones de votantes del Brasil, están dispuestos a elegir a Jair Bolsonaro. Un admirador ultraderechista de la dictadura, pura y dura.

A pesar que la popularidad del líder de la potencia, aun en democracia de Sudamérica, cayó. En la misma proporción en la que sigue aumentando su intransigencia. Hay quien lo siga.

Ahora, casi dos tercios del Brasil, rechazan a Bolsonaro y al ultra conservadurismo. Pero el tercio restante, obtuvo lo que deseo en un principio. Un presidente con un desdén absoluto por ellos, su libertad y su democracia y admirador de la fuerza bruta.

Mientras, Bolsonaro mantiene al país bajo el ataque de la inflación y el desempleo. Entramados de corrupción familiares, se resisten ante la corte suprema. Y ahora la gente teme, que se pierda la democracia, con un golpe de estado.

Democracia en juego.
Bolsonaro, les afirmó a decenas de miles de sus partidarios que se reunieron en la ciudad de São Paulo que, “Solo Dios lo sacaría del poder”, mientras atacaba al congreso y la corte suprema.

No sólo la democracia de Brasil, está ahora en juego, el Amazonas también

Los paralelismos de Bolsonaro, con el expresidente Donald Trump son sorprendentes. Y el mismo aún se jacta de llamarse el Trump tropical, al igual que de sus relaciones con él. Mientras la ultraderecha norteamericana, trataba de tomar el Capitolio; Eduardo Bolsonaro, le comentaba a Ivanka Trump, que la invasión estuvo más planeada.

Más allá de los paralelismos, el plan contra la democracia de Bolsonaro, comenzó un año antes de las elecciones. Previendo una posible derrota, ya cambio a todos los civiles en cargos públicos, por militares de alto rango, a su servicio.

Mientras, sigue señalando que las votaciones, serán robadas por unas máquinas, según afirmaba Steve Bannon. Brasil a diferencia de Estados Unidos, ya vivió su cuota de dictadura militar y ya más de uno teme la aparición de un nuevo dictador.

La apuesta de Bolsonaro, que este fin de semana afirmó que, “Ni Dios lo sacará de Planalto”, es una apuesta probable. Pero es cierto que el plan erosivo contra la democracia se está moviendo en las sombras.

Bolsonaro, está tratando de unir fuerzas, con los únicos que recibieron beneficios de su presidencia. La agroindustria y los industriales de la minería. Además de las cúpulas del ejército, que se oponen visceralmente a otros que no los apoyen.

Los patrocinadores ideológicos de Bolsonaro, no señalan los peligros de la destrucción del Amazonas. Estos, con carta cabal y absoluta libertad de movimiento, están devorando grandes territorios de la selva, para convertirlos en su beneficio.

Por lo que, no es sólo la democracia, lo que peligra en Brasil, mientras se acercan las elecciones. La advertencia va más allá de sus fronteras, y está poniendo en peligro a la vida misma de toda la cuenca. No es de minimizar el impacto que tiene la quema indiscriminada, a favor del aumento de las sequías y las inundaciones.

Sólo queda abrir los ojos y los libros de historia. Se le está haciendo daño actualmente a Brasil. Pero más daño va a recibir el continente, si este oscuro plan de los militares brasileños, llega a concretarse.

Fuente
BreitBartBBCElPais

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