El torneo de fútbol demorado comienza en medio de la pandemia aún en aumento y una crisis en salud en Brasil.
Después de la incertidumbre sobre qué país acogería el torneo más antiguo del mundo, el torneo de fútbol de la Copa América, largamente demorado, se ha abierto en la capital de Brasil. No lo detuvo, ni la crisis de salud, ni la audiencia de la Corte Suprema de Brasil, ni un año de aplazamiento y las infecciones reportadas por tres equipos
El anfitrión Brasil abrió el partido internacional contra Venezuela a las 18:00 hora local del domingo en un estadio Mane Garrincha, totalmente vacío en Brasilia. Una imagen de la crisis de salud brasileña.
El partido inaugural se produce pocos días después de que las autoridades sanitarias locales informaran de que varios jugadores y parte del personal venezolano habían dado positivo por Covid-19. Otro de los países que enfrenta una crisis de salud.
En total, 13 miembros de la delegación de la selección venezolana dieron positivo al virus, incluido el cuerpo técnico, indicó la confederación sudamericana de fútbol, CONMEBOL. Mientras Brasil lidera con 486 muertes.
Bolivia informó más tarde que tres de sus jugadores y un entrenador también habían dado positivo y estaban en aislamiento de salud, antes del debut de su equipo el lunes contra Paraguay.
El domingo, dos miembros de la delegación colombiana señalaron, otros problemas de salud
La Copa América ha estado plagada de incertidumbre. Ya que el torneo se retrasó 12 meses debido a la crisis de salud. Y las coanfitriones originales Colombia y Argentina se vieron obligados a retirarse por los continuos disturbios sociales en el primero. Y el aumento de las infecciones de COVID-19 en el segundo.
La CONMEBOL anunció a finales del mes pasado que Brasil sería el anfitrión del torneo. Lo que planteó nuevas preguntas y preocupaciones sobre si el evento empeoraría la actual crisis de salud de la nación sudamericana.
El país ha reportado más de 486 mil muertes y más de 17,3 millones de casos hasta la fecha, según un recuento de la Universidad Johns Hopkins y los expertos en salud han advertido que otra ola de la pandemia es posible.
La Copa América también se produce en medio de una investigación parlamentaria en curso contra el presidente brasileño. «Todos los días en la investigación en el Congreso, la gente está discutiendo sobre por qué el gobierno minimizó el virus”.
“El propio presidente no usa mascarillas, celebra mítines, tiene multitudes, afirma que las mascarillas no son necesarias, y que el distanciamiento social no es necesario. Este es el telón de salud de fondo de este evento deportivo».
Bolsonaro, un escéptico del coronavirus que fue multado con 108 dólares por el estado de Sao Paulo el sábado. Por no usar mascarilla durante un mitin en motocicleta con muchos de sus partidarios, había insistido en que la Copa América debía seguir adelante.
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