Medio Ambiente

Infierno de Janeiro: Ola de calor ahoga Brasil y Suramérica

El aumento de la temperatura y la desigualdad, agravan la situación de millones de personas que sufren los efectos del calor del infierno

Brasil está viviendo uno de los años más calurosos de su historia, con temperaturas que superan los 40 grados Celsius en varias ciudades, especialmente en el sureste del país. Río o Infierno de Janeiro, la segunda ciudad más poblada de Brasil, registró este mes la temperatura más alta desde que se tienen registros: 52°C el pasado 14 de noviembre.

Esta cifra podría ser superada en los próximos días, según las previsiones meteorológicas. El calor sofocante no solo afecta a Brasil, sino también a otros países de Suramérica, como Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia, que batieron récords de temperatura en septiembre y octubre, a pesar de estar en pleno invierno.

Según los expertos, el fenómeno del Infierno de Janeiro, se debe a la combinación del cambio climático. Este eleva la temperatura media del planeta, y del fenómeno de El Niño, que altera los patrones climáticos en el Pacífico. El calor extremo tiene graves consecuencias para la salud, el medio ambiente y la economía de la región.

Por un lado, aumenta el riesgo de deshidratación, golpes de calor, enfermedades respiratorias y cardiovasculares, y muertes prematuras, especialmente entre los grupos más vulnerables, como los niños, los ancianos y las personas con enfermedades crónicas.

Infierno de Janeiro.
El martes se sintió como 58,5 °C en Río, y las altísimas temperaturas, de hecho peligrosas, están afectando más a los más pobres.

Brasil está caliente, pero Río es ahora el Infierno de Janeiro

Por otro lado, favorece la propagación de incendios forestales, que destruyen la biodiversidad y emiten gases de efecto invernadero, agravando el calentamiento global. Además, afecta al sector agrícola, que sufre pérdidas de cosechas y de ganado por la sequía y el estrés térmico.

El calor extremo también pone de manifiesto la desigualdad social que existe en Brasil y en otros países de Suramérica, donde millones de personas viven en condiciones precarias, sin acceso a servicios básicos como agua potable, electricidad, aire acondicionado o transporte público.

Estas personas tienen que soportar el calor en viviendas hacinadas, sin ventilación ni aislamiento térmico, o en zonas expuestas a la contaminación y al asfalto, que aumentan la temperatura. Además, tienen menos recursos para protegerse del calor, como ropa adecuada, sombreros, abanicos o bebidas refrescantes.

Ante esta situación, la ONU y otras organizaciones alertó a los gobiernos de la región a tomar medidas urgentes. Para mitigar el impacto del calor extremo, y a adaptarse al cambio climático, que hará que este fenómeno sea cada vez más frecuente e intenso.

Entre las medidas propuestas se encuentran el desarrollo de planes de contingencia, la mejora de los sistemas de alerta temprana. Además de la ampliación de la cobertura de salud, la distribución de agua y otros suministros.

También instó a la creación de espacios verdes y de sombra, la promoción de la eficiencia energética. Incluso, el uso de energías renovables, y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Fuente
CNNBBCInfoBae

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