Las cacerolas retumbaron en el gigante del sur esta semana
El presidente de extrema derecha de Brasil, Jair Bolsonaro, se enfrenta a una reacción pública cada vez mayor después de que su confusa reacción a la crisis del coronavirus desató cinco noches sucesivas de protestas y predicciones de que su autoridad política había sufrido un golpe potencialmente fatal.
Brasil ha registrado 1 mil 128 casos de coronavirus y 18 muertes, y el ministro de salud del país expresó la semana pasada la semana pasada diciendo que el sistema de salud pública probablemente colapsaría a finales de abril, Bolsonaro ha seguido con rencor a la pandemia, a pesar de que más de 20 miembros de una delegación que recientemente condujo a ññEstados Unidos fueron infectados con Covid-19.
La gente en Brasil ha expresado su enojo por el manejo del presidente Jair Bolsonaro de la pandemia del coronavirus golpeando cacerolas y sartenes juntos en los balcones, Millones de manifestantes en las ciudades de Sao Paulo y Río de Janeiro aparecieron en las ventanas el miércoles por la noche pidiendo que el presidente renunciara.
Fue la mayor protesta contra el gobierno de Bolsonaro hasta la fecha, hay más de 500 casos del virus en Brasil, incluyendo dos ministros del gobierno, cuatro personas han muerto, Bolsonaro, que previamente ha desestimado las precauciones adoptadas contra el nuevo coronavirus como «histeria» y «fantasía», ha sido criticado por su respuesta al brote mortal.
Bolsonaro se ha abstenido en medidas más rigurosas
El presidente ha sido probado para detectar el virus dos veces, pero afirmó en ambas ocasiones que los resultados fueron negativos, o al menos eso ha dicho. Pero Bolsonaro utilizó su discurso televisado de fin de semana, para anunciar medidas de emergencia para limitar la propagación del virus, y un paquete de ayuda financiera para apoyar a la economía y a las familias de bajos ingresos.
Apareciendo junto a sus primeros ministros, todos con máscaras faciales, el presidente reconoció la «gravedad» de la pandemia, pero agregó: «Quiero calmar al pueblo brasileño… no podemos dejarnos llevar por histeria», sin embargo, admitió que probablemente había muchos casos adicionales no incluidos en las estadísticas oficiales.
El gobierno brasileño también indicó que pediría al congreso que declarara un «estado público de calamidad» debido a la pandemia del coronavirus, pero estas medidas que se ha sacado de la manga in extremis, no fueron suficiente para apaciguar a los manifestantes.
El domingo pasado, el Sr. Bolsonaro fue criticado por salir de un presunto autoaislamiento para mezclarse con miles de sus partidarios que marchaban en protesta por el Congreso y el poder judicial de Brasil, su ministerio de salud había advertido anteriormente contra asistir a grandes reuniones.
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