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Trump y Bolsonaro comparten la misma retórica

Ambos mandatarios son activos en twitter y censuran los medios que no le son adeptos

Lo dicho, el presidente brasileño Jair Bolsonaro comparte algunos de los malos hábitos de su homologo Donald Trump, ambos son muy activos en Twitter, mantienen una retórica belicista contra cualquier gobierno de izquierda que no le sea sumiso y también les han quitado la cobertura a aquellos medios de comunicación que les contradigan, según ambos, sólo publican “noticias falsas”.

Bolsonaro se reunirá con Trump, hoy en su primer viaje al exterior, una visita que esperamos será un escaparate de retro alineación entre líderes populistas de la derecha, de las dos economías más grandes en las Américas.

El portavoz de Bolsonaro comentó que la visita demostra «la prioridad que el gobierno le da a la construcción de una sólida asociación con los Estados Unidos de América», mientras el asesor de seguridad nacional de Trump, John Bolton, a llamado el viaje como una histórica «oportunidad».

Así como las negociaciones comerciales, los presidentes firmaran un acuerdo de intercambio de tecnología para repotenciar un satélite brasileño infrautilizado, Brasil probablemente será «la gran aliada de la OTAN», que podría ayudar a la nación carioca a comprar equipo militar más barato.

«Bolsonaro trae energía real a la relación, ya que ha decidido hacer progresos», indicó Bolton a medios brasileños, «estamos realmente muy entusiasmados de poder contar con un socio en una serie de cuestiones internacionales», y añadió, “la crisis en Venezuela es una prioridad”.

Trump y Bolsonaro.
El enfrentamiento interno del gobierno de Bolsonaro, es hoy «el más importante de la dinámica política en Brasil» y el más peligroso, afirmó Oliver Stuenkel, profesor de relaciones internacionales en la Fundación São Paulo Getúlio Vargas, utilizando una metáfora en portugués para describirlo, es «Un tarântula bêbada», una tarántula borracha.

Bolsonaro siempre ha dicho ser el Trump tropical

La visita es la primera a los Estados Unidos de un presidente brasileño desde Dilma Rousseff en 2015, dos años después de que ella canceló una visita de estado, tras revelaciones de que la agencia de seguridad nacional había estado espiándola.

Pero los diplomáticos advierten que la tradicionalmente neutral Brasil, puede dispararse en el pie al conseguir estar demasiado cerca de Trump, ya que este mantiene una guerra comercial contra China, el principal socio comercial de Brasil.

«Esto va más allá de cualquier interés nacional», afirma Rubens Ricupero, ex embajador brasileño en Washington y Roma, pues «la agenda internacional de norteamérica, no tiene nada que ver con Brasil».

A esto hay que añadirle la inquietante presencia del estratega de Trump Steve Bannon, sentado al lado de Bolsonaro en una cena de «formadores de opinión» conservadora, en la noche del domingo.

Bannon recientemente nombro en Washington, al congresista Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente, como el representante, para América del sur de su red internacional del movimiento de extrema derecha.

Pero no queda claro qué beneficio pueden traer tales lazos para Brasil y el ex asesor de Trump fue despedido de la casa blanca en el año 2017, pues al presidente de Estados Unidos «realmente no le gusta Bannon», según comentó un amigo de Trump.

Wendy Schiller, presidente de ciencias políticas en la universidad de Brown, indicó que el secretario de estado, Mike Pompeo, y Bolton «superan con creces cualquier influencia que Bannon probó manejar».

Bolsonaro ha prometido seguir ejemplo de Trump y ha mudado la embajada brasileña en Israel de desde Tel Aviv a Jerusalén y viaja se dispone a viajar al país semita este mes.

«Bolsonaro deliberadamente ha emulando a Trump», explica Mónica de Bolle, directora del programa latinoamericano en la universidad de John Hopkins, tienen «la misma retórica».

Gran parte de esa retórica le debe mucho a otro invitado estrella, sentado al lado de Bolsonaro en la cena de «formadores de opinión», Olavo de Carvalho, un filósofo brasileño fumador de la pipa derechista que transmite vía internet a cientos de miles de seguidores desde la amplia biblioteca de su casa en Virginia, «él es el eje ideológico en todo esto,» añade De Bolle.

En enero, De Carvalho cenó en la casa de Bannon, que le ha descrito como un «héroe», y el sábado por la noche, el ex asesor de la casa blanca organizó una proyección de una película financiada por el colectivo sobre De Carvalho.

De Carvalho, que una vez trabajó como astrólogo, llegó a ser más conocida en Brasil después de que algunas de sus columnas del periódico fueron compilados en un libro que desató la ira contra globalistas, marxistas y feministas.

El libro hace referencia a los teóricos de la conspiración de la derecha como Jerome Corsi y declaró que el sexo anal y oral puede causar cáncer, esto le convirtió en un best seller en Brasil.

Aunque De Carvalho fue un comunista en su juventud, su objetivo principal es la izquierda, a la que considera inmoral, culpa llegada del partido de los trabajadores de centro-izquierda, que gobernó a Brasil de 2003 a 2016, dentro de una conspiración comunista mundial.

Condenando a una larga lista de pensadores progresistas desde Voltaire a Noam Chomsky como «desprovisto de cualquier sentimiento moral superior», «el comunismo no fue destruido, sólo cambió su marco estratégico,» afirma en una entrevista y en otro video acusó a Pepsi-Cola del uso de fetos abortados como edulcorante.

El año pasado Bolsonaro acusó a los chinos de la «compra de Brasil» y enfureció al gobierno chino al visitar Taiwán, ahora él planea visitar China, analistas explicaron que los mensajes contradictorios son debido a una lucha de poder entre un grupo ideológico representado por Bolsonaro, su hijo Eduardo y Araújo y una facción más pragmática.

De esta otra facción es parte el ministro de finanzas, Paulo Guedes, uno de siete ministros en este viaje, y ex oficiales del ejército en la administración de Bolsonaro como el vicepresidente Hamilton Mourão, que repetidamente a contradicho el presidente.

La semana pasada Mourão comentó al Financial Times Brasil que, podría crear un «canal» con las autoridades militares venezolanas para una salida negociada para Nicolás Maduro, una postura mucho menos agresiva que la expresado por los Bolsonaros y los halcones norteamericanos como Bolton.

Fuente
GuToolsPRNewsWireGlobo

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