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Los ultraderechistas cristianos en Bolivia

“¡Vete!, Satanás”: cristianos bolivianos celebran destituir a Evo Morales

La derecha religiosa de cristianos católicos y protestantes, ve la salida del presidente como un primer paso moral en la transformación del país, hacia un país clerical, dejando a cientos de indígenas bolivianos horrorizados, algunos culpan a la defenestración de Evo Morales con un golpe racista y de derecha, otros atribuyen una revuelta popular contra un líder que se había quedado demasiado.

Luis Aruquipa Carlo, un pastor de línea dura de la capital de facto, La Paz, tiene otras ideas, «La gloria es la de Dios», proclamó el líder evangélico que dirige una coalición conservadora de iglesias bolivianas llamada consejo de cristianos nacional.

Aruquipa afirmó que en las horas previas a la huida de Morales a México el izquierdista recibió un decreto divino: «¡Faraón, deja a Bolivia en paz!» y «creo que, así como liberó a Israel del faraón de Egipto, liberó a Bolivia del faraón Evo», señaló Aruquipa, antes de declarar: «La era de Evo está llegando a su fin. Y la era de Cristo está naciendo», en un claro paralelismo cristiano de ultra derecha.

Aruquipa estaba en la primera línea del derrocamiento de Morales en noviembre pasado, instando a los congregantes a inundar las calles en oración y protesta, su visión del mundo ultra conservadora ofrece una visión del posible futuro del país sudamericano mientras se prepara para nuevas elecciones en las que la derecha religiosa de cristianos de Bolivia espera catapultar a un partidario al poder.

«Nos estábamos convirtiendo en una nación retrógrada: la gente quería legalizar el aborto, legalizar el matrimonio gay, ¡querían legalizar a los satanistas!» se quejó Aruquipa, cuya tarjeta de visita presenta una imagen de un feto no nacido y el eslogan: «No matarás. ¡El aborto es asesinato!», Irene Squillaci, una pastora de la potencia económica de Bolivia, Santa Cruz de la Sierra, afirmó que también vio apoyo «sobrenatural» a la caída de Morales.

«Lo veo como una batalla entre el bien y el mal», señaló Squillaci sobre la lucha entre los enemigos y seguidores de Morales, añadió que esperaba que Bolivia eligiera «un aliado de los principios en los cristianos creemos».

Ese aliado parece más probable que venga en la forma de Luis Fernando Camacho, un activista católico ultraconservador que lideró la acusación contra Morales después de las disputadas elecciones de octubre y asaltó el palacio presidencial de Bolivia con una Biblia bajo el brazo para celebrar su caída.

Cristianos Ultraderechista.
En una reciente manifestación en Santa Cruz, el orador comentaba a la población, «todos los demonios de la brujería han sido atados y arrojados al abismo… Satanás: ¡vete de Bolivia! ¡Ahora!», en alusión a Morales y a su séquito de indigenistas.

Los cristianos de Bolivia parecen iniciar una nueva era de colonialismo contra los indígenas

«Dios ha regresado al palacio», escribió Camacho un ultra cristiano, que también es de Santa Cruz, en Facebook. «¡A los que no creyeron en esta lucha les digo que Dios existe y ahora va a gobernar Bolivia para todos los bolivianos!».

Camacho es parte de la mayoría boliviana de cristianos, que forma alrededor del 77% de la población, no uno de los 16% protestantes, pero Aruquipa, un enemigo de larga data de la comunidad LGBT de Bolivia, insinuó que podía respaldar a Camacho, llamándolo un compañero de fe, «es como Jesús dijo: Si estas se callan, las piedras gritarán. Creo que ha sido utilizado como piedra para elevar la iglesia», señaló Aruquipa sobre Camacho.

La perspectiva de un giro brusco hacia la derecha religiosa cristiana, horroriza a muchos indígenas bolivianos, cuyas tradiciones Morales buscaba elevar y, algunos dicen, explotar la furia de los de línea dura como Aruquipa, algunos ven no sólo una amenaza para las costumbres y prácticas indígenas de Bolivia, sino también el estatus mismo del país como estado secular, consagrado en la constitución de Morales de 2009.

La juramentación de la presidenta interina de Bolivia, Jeanine, con una Biblia gigante aliñó aún más tales temores, «No respetan nuestras tradiciones. El hecho de que tengamos tradiciones ancestrales y culturales no significa que seamos satánicos», expresó Arisón Montes, un activista indigenista de El Alto, una ciudad en gran parte indígena cerca de La Paz.

«Esta gente viene aquí con sus Biblias como en la época colonial… Vienen con sus Biblias a mentir», agregó el activista de 27 años, «Y la gente está permitiendo que sus cerebros sean lavados». Edmundo Pacheco, un guía espiritual aymariano que una vez estuvo cerca de Morales, acusó a las «sectas evangélicas» de tratar de destruir las enseñanzas y la sabiduría indígenas en Bolivia, pero juró que fracasarían.

«Dicen que somos satánicos, que somos brujas, que destruimos a Jesús. Escucha, yo dirijo rituales: rituales a la naturaleza, a la tierra, a los espíritus. Ni siquiera menciono el nombre de Jesús porque no significa absolutamente nada para mí», indicó Pacheco, de 60 años, dentro de la comunidad de cristianos boliviana también hay temores sobre la retórica radical que están vendiendo los pastores de marca de fuego que confunden a Evo Morales con Satanás.

Fuente
SputnikElPaisPRI

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