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Las sanciones humanitarias ahogan a los venezolanos

La iniciativa del gobierno norteamericano sólo ejerce presión en la gente

Las sanciones norteamericanas, de prohibición a las empresas de los Estados Unidos de exportar bienes o servicios a petróleo de Venezuela, PDVSA, como parte de una campaña para obligar a Maduro a hacerse a un lado y ceder el poder a Juan Guaidó, también incluyen la proscripción de la compra de crudo a PDVSA a menos que el dinero se page en cuentas no vinculadas al Maduro.

«Todo va a empeorar,» comenta Tomás Pacheco, que estaba esperando para llenar su auto, «y estas colas son la nueva normalidad para nosotros», y es que la preocupación en Venezuela, sin embargo, es que las medidas sólo llevarán a más sufrimiento en un país ya hundido en la hiperinflación y la escasez crónica de alimentos básicos y medicinas.

«En todos mis años, nunca he visto algo tan drástico», afirmó Carlos Fuentes, un ingeniero que espera en la fila para comprar combustible, «si desaparece la gasolina será un gran problema dentro de todo este caos», los analistas afirman que el objetivo de las sanciones es aumentar el sufrimiento de la gente y provocar protestas aún mayores que las que sacudieron a Venezuela en las últimas semanas.

«Estados Unidos tiene la esperanza de que el aumento de la protesta será la bala de plata que finalmente mate al régimen de Maduro,» comentó Geoff Ramsey, director asistente para Venezuela en la oficina de Washington sobre América Latina, «pero como hemos aprendido de Cuba, que los regímenes autoritarios pueden ser muy resistentes».

Sanciones Humanitarias.
Funcionarios norteamericanos admitieron sólo que intereses estratégicos de Estados Unidos estaban en juego, incluidas las dudas sobre la presencia y actividades de enemigos de Estados Unidos en la región.

Las sanciones no afectan al gobierno, sino que se aplican a los venezolanos

Las protestas de la oposición han excedido en número los partidarios del gobierno, pero Maduro ha mantenido el apoyo crucial de las fuerzas armadas ofreciendo altos miembros posiciones en el gobierno y PDVSA, las sanciones también pretenden golpear a los hacedores de fortuna en sus carteras, en lugares como el narcotráfico, la minería ilegal y la extorsión.

«Mucho dinero sale de la tierra en Venezuela, que encuentra su camino en los bolsillos del régimen, es difícil lograr que estas sanciones tengan futuro, que no sea el de aumentar el sufrimiento de la gente normal,» continúa explicando Ramsey.

PDVSA, está tan vinculada a la vida económica de Venezuela y es de tan larga data, que es probable que sea capaz de capear el temporal actual, mientras que el país que tiene las más grandes reservas de petróleo del mundo probadas, es cada vez más atormentado por la escasez de combustible debido a que su infraestructura desmoronada.

El crudo que sale de la tierra es alto en azufre, que sólo se puede procesar en gasolina en algunas refinerías y con las refinerías de Venezuela en mal estado, el crudo es enviado a los Estados Unidos y refinado, antes de ser vendidos a la atribulada nación para satisfacer la demanda en las bombas.

En los primeros ocho meses de 2018, las importaciones procedentes de Estados Unidos aumentaron 76% a 125 mil barriles diarios, según la EIA, «esta es una empresa que ha sido totalmente mal administrada ya que Chávez lo llenado de legitimistas,» indicó Gilberto Morillo, consultor de quien se desempeñó como director financiero de PDVSA hasta el año 2003, cuando Hugo Chávez, precursor de Maduro, comenzó a ocupar cargos de la empresa con protegidos políticos.

Morillo agregó que Maduro realizará cortes o recortes a otros compradores de crudos en un esfuerzo por aliviar la crisis inminente, pero son propensos a ser rechazados, «los países con las refinerías de derecha, como la India o países de África, están al otro lado del mundo y los gastos de envío sería enorme para ellos».

La disminución de la producción en Venezuela el año pasado condujo a los informes a que Igor Sechin, un influyente aliado de Vladimir Putin, personalmente voló a Caracas en noviembre para quejarse con Maduro y señaló la impaciencia creciente del Kremlin.

La garantía por parte de los préstamos es la participación del 49,9% de PDVSA en la refinería de Estados Unidos Citgo, y las nuevas sanciones norteamericanas contra PDVSA podrían hacer difícil para Rusia tomar posesión en el caso de una cesación de pagos, Rosneft tiene también participaciones conjuntas con PDVSA en un número de campos petroleros en Venezuela.

Pero eso no sería tan grave, como que los dineros que saldrán de Citgo, ahora incautada arbitrariamente por norteamérica, serán utilizados por la derecha de Guaidó para pagar los gastos en los que se incurra mientras se destituye a Maduro o, mejor dicho, los venezolanos pagaran con la escasez los esfuerzos para derrocar a Maduro.

Fuente
JGuaidoMarcoRubio

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