Han pasado 5 años otros de los escándalo de los paraísos fiscales y de nuevo vuelven las mentiras
Parece que fue ayer, cuando un misterioso periodista, desveló el escándalo que enmarañó a líderes políticos, el crimen organizado y inversionistas dentro de una gran red de mentiras. Que, desencadenó y señaló a gente de todo el planeta.
Los paraísos fiscales, dejaron de ser secretos y seguros, para quienes quisieran esconder sus dineros. Cientos de documentos y comunicaciones fueron arrojados a luz. Por sobre miles de mentiras, para cubrieron el rastro de miles de millones de dólares escondidos.
Desde que El Diario Süddeutsche Zeitung de Múnich lanzó alrededor de once millones de documentos filtrados. Los archivos desencadenaron una suerte de campaña que ennegreció el firmamento. Y más y más mentiras se crearon a su alrededor.
Hoy en día, medios de todo el mundo, cíclicamente, retoman el tema, como asidero. Cuando ocurre alguna baja en sus seguidores o cuando alguno de sus protegidos, caen en desgracia. Y esta semana, varios de ellos desataron una guerra de matrices de opinión.
Las mentiras salen a la defensa de quienes son los culpables
El primero en disparar fue el Diario El País, que tal vez, por un bajón en sus suscriptores, retomó un caso de hace 6 o 7 años a. Y reorganizó un hecho, por demás cerrado y concluido y los sustentó en una fotocopia.
El diario español, desempolvó una de sus olvidadas noticias y con una nueva batería de mentiras. Trató de fijar nuevamente el foco de atención, en una renovada que a todas luces es falsa en cualquier realidad.
Nuevamente, resonó el caso de los dineros del banco en Andorra y de nuevo aparecieron los nombres de Eudomario Carruyo y otros más y como por arte de magia aparecen nuevas pruebas, inusitadamente insustanciales. Otra sarta de mentiras que no llevan a ninguna parte.
Pero, aunque son un despropósito, la opinión pública internacional recuerda los nombres de los que se señalan falsamente y daña su reputación. No se trata de exculpar a nadie y señalar a otros. La cuestión, es que no se puede rotular a alguien, circunstancialmente, afirmándolo culpable.
Los documentos mostrados por El Diario El País de España y otros más en Venezuela, Miami y el Caribe. Son insostenibles y la investigación señala, puras inconsistencias y más dudas sobre la procedencia de las mismas. Que de su veracidad.
Finalmente, a fuerza de mentiras y medias verdades, ensombrecen más este cangrejo en el que se convirtieron en el escándalo de PDVSA. Enmarañando investigaciones serias y creando un entramado de supuestos, que no pueden ser comprobados. Pero que sí tienen efecto en la cabeza de los incautos creyentes.
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