Francisco da su opinión sobre el embarazo subrogado

El pontífice califica esta práctica de “deplorable” y pide su prohibición universal. En un amplio discurso ante los embajadores de los 184 países que tienen relaciones diplomáticas con el Vaticano, el papa señaló que la gestación subrogada representaba una grave violación de la dignidad de la mujer y el niño y que explotaba las circunstancias financieras de las madres sustitutas.

¿Qué es el embarazo subrogado y por qué lo rechaza el papa?

El embarazo subrogado, también conocido como maternidad subrogada o vientre de alquiler, es un proceso en el que una mujer gesta un bebé para otra persona o pareja que no puede tener hijos por diversas razones. Según los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH), existen dos tipos de subrogación: la tradicional, en la que la mujer subrogada aporta su propio óvulo y es la madre biológica del niño, y la gestacional, en la que el óvulo proviene de la madre intencional o de una donante, y la mujer subrogada solo actúa como portadora.

Esta práctica, que se ha popularizado en los últimos años gracias a los avances médicos y a la demanda de personas que desean formar una familia, no está regulada de la misma manera en todos los países. Algunos, como Estados Unidos, Canadá, Reino Unido o Grecia, la permiten bajo ciertas condiciones, mientras que otros, como Francia, Alemania, Italia o España, la prohíben totalmente.

El papa Francisco, que ha expresado en varias ocasiones su postura contraria al embarazo subrogado, lo calificó de “deplorable” en su discurso de comienzo de año ante el cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede, el pasado 8 de enero. El pontífice argumentó que esta práctica “ofende gravemente la dignidad de la mujer y del niño” y que “se basa en la explotación de la situación de necesidad material de la madre”. Además, afirmó que “un hijo es siempre un don y nunca el objeto de un contrato” y que, por ello, la comunidad internacional debería comprometerse a prohibir universalmente esta práctica.

¿Qué argumentos hay a favor del embarazo subrogado?

El papa Francisco no es el único que se opone al embarazo subrogado desde una perspectiva ética, moral o religiosa. También lo hacen otras organizaciones e instituciones, como la Iglesia ortodoxa, el Comité de Bioética de España, la Organización Mundial de la Salud o la Convención sobre los Derechos del Niño, que consideran que esta práctica vulnera los derechos humanos de las mujeres y los niños, y que puede generar problemas legales, psicológicos y sociales.

Sin embargo, no todas las opiniones sobre el embarazo subrogado son negativas. Algunas personas y colectivos defienden esta práctica como una opción legítima y válida para quienes desean tener hijos y no pueden hacerlo por medios naturales o por otras técnicas de reproducción asistida. Entre ellos se encuentran algunas asociaciones de padres por gestación subrogada, de mujeres subrogadas, de profesionales de la salud o de defensores de los derechos LGBT.

Los argumentos a favor del embarazo subrogado se basan en el principio de la autonomía de las personas para decidir sobre su propia vida y su propio cuerpo, siempre que no dañen a terceros. También se apoyan en el derecho a la reproducción y a la maternidad/paternidad, que no debería estar limitado por cuestiones biológicas, económicas, sociales o legales. Asimismo, sostienen que el embarazo subrogado puede ser una forma de solidaridad y de altruismo entre las personas, y que puede generar beneficios tanto para las madres subrogadas como para los padres intencionales y los niños nacidos por esta vía.

¿Qué consecuencias tiene la opinión del papa Francisco sobre el embarazo subrogado?

Los defensores del embarazo subrogado también rechazan las acusaciones de que esta práctica sea una forma de explotación, de mercantilización o de tráfico de personas. Para ello, proponen que se establezcan unas normas claras y justas que regulen el proceso, que garanticen el consentimiento libre e informado de las partes, que protejan los derechos e intereses de todos los implicados, y que prevengan los posibles abusos, fraudes o conflictos.

La opinión del papa Francisco sobre el embarazo subrogado tiene una gran repercusión en el ámbito religioso, social y político, ya que el pontífice es el líder de más de 1.300 millones de católicos en el mundo y una figura influyente en la opinión pública. Su postura contraria a esta práctica puede reforzar la posición de quienes la rechazan por motivos morales o éticos, y puede presionar a los gobiernos y a las organizaciones internacionales para que adopten medidas restrictivas o prohibitivas al respecto.

Sin embargo, la opinión del papa Francisco no es compartida por todos los católicos, ni por todas las personas que tienen una visión diferente sobre el embarazo subrogado. Algunos sectores de la Iglesia católica, como los teólogos disidentes o los movimientos progresistas, han cuestionado la autoridad y la legitimidad del pontífice para pronunciarse sobre este tema, y han defendido el derecho de las personas a elegir libremente su forma de concebir y de formar una familia. Asimismo, algunas personas y colectivos que apoyan el embarazo subrogado han criticado la postura del papa Francisco, y han reclamado el respeto y el reconocimiento de su realidad y de su dignidad.

Para el Papa, la iglesia y toda la sociedad

El embarazo subrogado es un tema complejo y controvertido, que genera opiniones encontradas y que plantea desafíos éticos, jurídicos y sociales. La opinión del papa Francisco sobre esta práctica es una más entre las muchas que existen, y que reflejan las distintas visiones y valores que hay en la sociedad. Lo importante es que se mantenga el diálogo y el debate, y que se busque el bienestar y la justicia para todas las personas involucradas.