AméricaCorrupciónEconomiaEE.UU.InternacionalesPetróleoPolíticaSudaméricaVenezuela

De la corrupción y los corrompidos de PDVSA

El flagelo más destructor de Venezuela se extiende por Latinoamérica

La palabra corrupción, se refiere a los actos delictivos cometidos por funcionarios y autoridades públicas que abusan de su poder e influencia al hacer un mal uso intencional de los recursos financieros y humanos a los que tienen acceso, anticipando sus intereses personales y los de sus allegados​, para conseguir una ventaja ilegítima generalmente de forma secreta y privada y el escándalo de PDVSA en Venezuela, así como el de Odebrecht o Panamá Papers, cumple todos los requisitos.

Estos escándalos de corrupción que han indignado a américa latina en los últimos años, no solo salpican a los miembros del poder en Venezuela, sino que también toca altas influencias en la sociedad en todo el continente, desde Canadá, hasta la Patagonia, al extremo de llegar a la fibra más íntima de cada uno de los americanos.

Lo que ha corrompido gobiernos, economías e ideologías; creando crisis humanitarias, de migración forzada y hasta produciendo el caldo de cultivo de regímenes opresores y guerras comerciales entre tendencias políticas, hegemonía de poder y depredación de recursos.

PDVSA que es la principal fuente de ingresos y divisas de Venezuela, ha producido alrededor de ella un complicado esquema de corrupción, de lavado, de inversiones falsas en las que son cómplices, administradores de dinero, firmas de corretaje, bancos y firmas de inversión inmobiliaria en los Estados Unidos y en otros lugares, operando como una red de lavadores profesionales de dinero.

Los medios de corrupción más comunes son: el uso ilegítimo de información privilegiada y el patrocinio; los sobornos, el tráfico de influencias, las extorsiones, los fraudes, la malversación, la prevaricación, el caciquismo, el compadrazgo, la cooptación, el nepotismo, la impunidad, y el despotismo​.

Y en Venezuela en los últimos 30 o 35 años, se ha facilitado que la corrupción se haya encriptado de tal manera que, en muchos casos, las licitaciones amañadas o la tercerización de obras, servicios y recurso humano, se ha llegado a ver como una práctica legal.

Corrupción.
La corrupción en el sistema judicial, político y económico, no es de ahora, es de vieja data, recordamos casos de jueces sacados “esposados” de sus despachos al ser sorprendidos en delitos de corrupción o cohecho y de concusión; o como aquel caso de una jueza que, en el momento de ser detenida, arrojó por la ventana el dinero que ocultaba en su ropa íntima.

La corrupción no tiene padres, pero sí, mucha descendencia y consecuencias

Esta desfachatez histórica ha facilitado a menudo otro tipo de hechos criminales como el narcotráfico, el lavado de dinero, aunque, por cierto, no se restringe a estos crímenes organizados, y no siempre apoya o protege estos criminales.

Los supuestos conspiradores incluyen antiguos funcionarios de PDVSA, lavadores de dinero profesionales de terceros y miembros de la élite venezolana, a veces conocidos como boliburgueses o de la IV república, refiriéndose a los gobiernos anteriores al socialismo chavista.

Por ahora hay cientos de acusaciones contenidas, miles de alegatos, decenas de investigaciones abiertas y un centenar de acusados, todos ellos ​​se presumen inocentes hasta que se les demuestre su culpabilidad más allá de toda duda razonable en un tribunal de justicia que muy a menudo está plagado de corrupción.

La dificultad más importante contra la problemática de la corrupción, es que de una manera o de otra, nos afecta a todos finalmente, el lavado de dinero, los riesgos, fraudes, terrorismo, narcotráfico y demás delitos característicos del crimen organizado, han permitido la institucionalización de la descomposición.

Reconocidos especialistas de la ONU, Panamá, España, República Dominicana, Colombia, y Venezuela, han discernido recientemente sobre cómo se ha lavado el dinero de Venezuela a través de PDVSA y sus filiales, y demás organismos e instituciones financieras, pública y privadas.

Todo bajo el antiguo esquema de la sobrefacturaciones y subfacturaciones a empresas fachadas con altos niveles de corrupción y lavado de dinero en organismos como Cadivi y Cencoex, con los sistemas Simadi, Sitme, el convenio Aladi, la utilización del Sucre como moneda digital, el Arco Minero y la corrupción interna del gobierno del país y el sector económico nacional e internacional.

En la conferencia realizada en Miami, Florida, uno de los focos donde van a descansar muchos de los capitales saqueados, asistieron jueces, fiscales del ministerio público, oficiales de cumplimiento, banqueros, corredores de bolsa, notarios, empresarios, alcaldes, cónsules, comerciantes, así como representantes de varios gobiernos y diplomáticos entre otros.

La corrupción, mina el desarrollo económico ya que genera ineficiencia y distorsiones considerables y muchos analistas consideran que ella se propicia en ambientes donde existe un monopolio del poder y discrecionalidad o donde fallan los mecanismos formales de rendición de cuentas.

Según Mercedes Freitas, de transparencia Venezuela, el estado venezolano tiene un papel mucho mayor que en otros países latinoamericanos, pues hay menos transparencia respecto a el uso que hace del dinero y está menos sujeto al escrutinio, pero el mayor de los problemas es la altísima impunidad en Venezuela.

En 2009, la presidenta del tribunal supremo de justicia de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, declaró que la separación de poderes debilita al estado y esta posición ha sido criticada por parte de organizaciones no gubernamentales, finalmente ella, se convirtió en prófuga de la misma justicia que presidía, alegando ser perseguida política y ocultándose en Miami, ¡así es la corrupción!

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba
Translate »
error: