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Una pirámide renovada para la meseta de Giza 4 mil años después

Arqueólogos en Egipto se embarcan en una misión para reconstruir el exterior de la pirámide más pequeña de Giza

Un equipo de arqueólogos egipcios y japoneses ha iniciado un ambicioso proyecto para devolver el aspecto original a la pirámide de Micerino en Giza, la única que conserva parte de su revestimiento de granito

Un reto histórico para la arqueología y el desarrollo cultural

El Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto anunció el inicio de un gran proyecto para restaurar la pirámide de Micerino. Se trata de la más pequeña de las tres que forman el complejo piramidal de Giza, una de las siete maravillas del mundo antiguo. El proyecto, será llevado a cabo por una misión arqueológica conjunta de Egipto y Japón. Consiste en recuperar y reinstalar los bloques de granito que cubrían el exterior de la pirámide, y que se han ido desprendiendo y deteriorando a lo largo de los siglos. El objetivo es devolver a la pirámide el aspecto que tenía cuando fue construida hace más de 4 mil años. Por orden del faraón Micerino, de la IV dinastía.

El proyecto es considerado por el secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades, Mostafa Waziri, como el “proyecto del siglo”. “El regalo de Egipto al mundo en el siglo XXI”. Waziri explicó que la pirámide de Micerino es la única de las 124 pirámides que existen en Egipto que fue revestida con bloques de granito. Un material más duro y resistente que la piedra caliza que se usó para las otras dos pirámides de Giza, las de Keops y Kefrén. Según Waziri, la pirámide de Micerino tenía originalmente entre 16 y 18 filas de bloques de granito. De las cuales solo quedan entre cinco y ocho, en la parte inferior de la estructura.

Renovaciones en Giza.
El plan es que los arqueólogos los desentierren cuidadosamente y los vuelvan a instalar.

Polémica científica, cultural y social

El proyecto ya generó una fuerte polémica entre la comunidad científica y la sociedad egipcia. Que ha expresado opiniones encontradas sobre la conveniencia y el rigor de la intervención. Por un lado, hay quienes apoyan el proyecto. Que lo ven como una oportunidad para preservar y embellecer el patrimonio histórico y cultural de Egipto, y para atraer más turismo y desarrollo al país. Por otro lado, hay quienes rechazan el proyecto. Por considerarlo una alteración y una falsificación de la historia y la arqueología, y una pérdida de recursos y de tiempo.

Entre los críticos del proyecto se encuentra el exministro de Antigüedades de Egipto, Zahi Hawass. Este, ha calificado la iniciativa de “absurda” y de “sin sentido”. Hawass cuestiona la veracidad y la viabilidad de la restauración. Afirmando, que no hay evidencia de que todos los bloques de granito que se encuentran alrededor de la pirámide pertenezcan al revestimiento original. Algunos podrían ser restos de la rampa que se usó para construir la pirámide. Hawass también ha advertido de los riesgos y los daños que podría causar el traslado y la colocación de los bloques. Unos que pesan entre dos y tres toneladas cada uno.

Una pirámide para el futuro

El proyecto de restauración de la pirámide de Micerino plantea un desafío la conservación de la meseta de Giza. Uno de los monumentos más antiguos y más emblemáticos de la humanidad. Por un lado, está la posibilidad de que el proyecto logre recuperar y mostrar el aspecto original de la pirámide. Que ha permanecido oculto y olvidado durante milenios, y que podría aportar nueva información y conocimiento sobre la historia y la cultura del antiguo Egipto. Por otro lado, está la posibilidad de que el proyecto fracase y altere el aspecto actual de la pirámide. Este es el resultado de un proceso natural y cultural, que refleja la evolución y la diversidad de las civilizaciones que habitaron Giza.

El proyecto de restauración de la pirámide de Micerino plantea un desafío para el futuro y la conservación de la arqueología y el patrimonio mundial. Que se enfrentan a las amenazas y las oportunidades que supone el avance de la ciencia y la tecnología. Por un lado, está la posibilidad de que el proyecto sirva como ejemplo y estímulo para otras iniciativas de restauración. Incluso, de protección de los monumentos y los sitios históricos, que podrían beneficiarse de los métodos y las herramientas más modernos y eficaces. Por otro lado, está la posibilidad de que el proyecto se convierta en un precedente y un peligro. Dado que otras intervenciones de restauración y de modificación de los monumentos y los sitios históricos, podrían perder su autenticidad y su valor.

Fuente
ElPaisLaNacionNatGeo

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