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Sequía histórica golpea al puerto de amazónico de Manaos

El nivel del agua en el puerto de Manaos alcanzó su punto más bajo en 121 años, afectando al transporte, al suministro y al ecosistema

El puerto de Manaos, la ciudad más poblada de la selva amazónica brasileña, situada en la confluencia del río Negro con el Amazonas, registró el lunes un nivel de agua de 13,59 metros, según su página web. Se trata del nivel más bajo desde que comenzaron los registros en 1902, superando un mínimo histórico anterior establecido en 2010.

La caída del nivel del agua es consecuencia de una sequía histórica que azota a la región desde hace meses, provocada por el fenómeno climático de El Niño, que altera los patrones meteorológicos en todo el mundo. Según el centro de alerta de desastres del gobierno brasileño, Cemaden, en algunas zonas del Amazonas se han registrado los niveles de lluvia más bajos desde 1980 para el período que va de julio a septiembre.

¿Qué impacto tiene la sequía en el puerto de Manaos y sus alrededores?

El puerto de Manaos es el principal punto de entrada y salida de mercancías y personas en la Amazonia brasileña, una región que depende casi exclusivamente del transporte fluvial. La bajada del nivel del agua ha dificultado la navegación y ha dejado varados a decenas de barcos en el lecho del río.

Esto ha afectado al suministro de alimentos, agua potable, medicinas y combustible a las comunidades ribereñas, que se enfrentan a la escasez y al aumento de los precios. También ha perjudicado a los pescadores y agricultores locales, que han visto reducida su producción y sus ingresos.

Manaos pierde su puerto fluvial.
La falta de agua ha provocado la muerte masiva de peces y otros animales acuáticos, como los delfines rosados, que están en peligro de extinción.

¿Qué medidas se están tomando para mitigar los efectos de la sequía?

El gobierno brasileño ha anunciado una serie de medidas para hacer frente a la situación de emergencia en la Amazonia. Entre ellas se encuentran la distribución de cestas básicas, kits de higiene y agua potable a las familias afectadas; la instalación de pozos artesianos y sistemas alternativos de abastecimiento; el envío de equipos médicos y veterinarios a las zonas más remotas; y la habilitación de rutas alternativas para el transporte fluvial.

Asimismo, el gobierno ha expresado su apoyo al proceso de negociación entre el gobierno y la oposición venezolanos, que se inició en agosto con la mediación de Noruega y México. Según un alto funcionario estadounidense, la suspensión de las sanciones es una respuesta a los “cambios positivos” anunciados por las partes el martes, que incluyen el respeto al calendario constitucional, la liberación de presos políticos, el acceso humanitario y la reforma electoral.

Sin embargo, estas medidas han sido consideradas insuficientes e improvisadas por algunos sectores sociales y ambientales, que reclaman una política más integral y sostenible para proteger la Amazonia. También han criticado al presidente Jair Bolsonaro por su negacionismo climático y su falta de compromiso con la preservación del medio ambiente.

¿Qué perspectivas hay para el futuro?

Según el Ministerio de Ciencia de Brasil, se espera que la sequía dure al menos hasta diciembre, cuando se prevé que los efectos de El Niño alcancen su punto máximo. Sin embargo, algunos expertos advierten que el fenómeno podría prolongarse hasta el próximo año, lo que supondría un escenario aún más crítico para la región.

Además, la sequía actual podría ser un indicio de un cambio climático más profundo y duradero, que afectaría a la Amazonia y al resto del planeta. Según un estudio publicado en la revista Nature en 2018, la deforestación y el calentamiento global podrían provocar que una parte de la selva amazónica se convierta en una sabana seca y árida, con graves consecuencias para la biodiversidad, el ciclo del agua y la emisión de gases de efecto invernadero.

Por ello, los científicos y ambientalistas hacen un llamado urgente a la acción para evitar que se llegue a ese punto de no retorno. Entre las medidas propuestas se encuentran la reducción de las emisiones de carbono, el aumento de las áreas protegidas, la restauración de los bosques degradados y el fomento de una economía verde y solidaria.

Fuente
ReutersElGuardianElEsquiuXinHuaNet

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