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El coronavirus se enfurece con el Amazonas

La pandemia encuentra a los pueblos más desasistidos de Brasil

En medio de la selva tropical, el virus del Covid-19, se ha afianzado en Manaos, la ciudad más grande del Amazonas, y la ha dejado en punto de quiebre, las autoridades brasileras niegan la seriedad del contagio, mientras se están cavando fosas comunes, como única manera en que las autoridades desbordadas pueden hacer frente a las muertes.

La gente se pregunta si esta ciudad, la capital del estado brasileño de Amazonas, se convertirá en la próxima Guayaquil y es difícil no comparar las dos, ya que las imágenes de cuerpos no enterrados en Ecuador todavía están grabadas en la mente de muchos pueblos aquí.

Amazonas tiene una de las tasas de infección más altas de Brasil y también uno de los sistemas de salud más infrafinanciados, una combinación que ha llevado el caos al corazón de la selva, en abril, Manaos vio un aumento del 578% en el número de personas que murieron por problemas respiratorios.

No se señalan oficialmente como víctimas de Covid-19, pero los expertos creen que sólo puede haber una explicación, con la ínfima cantidad de pruebas que se han realizado, hay mucha desinformación masiva sobre los números reales de muertes y contagios en el Amazonas.

Pero incluso las cifras oficiales de alrededor de unos 109 mil casos confirmados y más de 7 mil 391 muertes, se ha visto a Brasil alcanzar un hito sombrío en Sudamérica al pasar en números a China, donde comenzó el brote, «no queremos milagros», señala el alcalde de Manaos, Arthur Virgilio Neto, fue una referencia al presidente Jair Bolsonaro, quien se burló del creciente número de muertes en el Amazonas, bromeando sobre que su segundo nombre era Mesías, pero no hacía milagros.

«Lo que necesitamos en el Amazonas, es un avión lleno de escáneres, ventiladores, medicamentos y EPP», indicó, refiriéndose a equipos de protección para los trabajadores de la salud. Pero la ayuda ha sido lenta, mientras que el Sr. Bolsonaro sigue rendiendo la gravedad del virus.

Pandemia en el Amazonas.
Para aquellos que viven en las profundidades del Amazonas, la ayuda médica más cercana es a menudo días de distancia en barco.

Los incendios en el Amazonas, empujan a los indígenas a los hospitales, saturando más los sistemas de salud local

Hogar de casi dos millones de personas, Manaos es la séptima ciudad más grande de Brasil y su centro urbano más aislado, el Amazonas también tiene el mayor número de indígenas en el país, muchos de los cuales ahora viven en la ciudad, donde la pobreza, la desnutrición y el desplazamiento hacen que combatir el virus sea un desafío aún mayor para estas comunidades, algunas de las más vulnerables de Brasil.

En el Parque das Tribos, en las afueras de Manaos, varias mujeres están ocupadas en las máquinas de coser, la historia ha enseñado a la gente que los virus de afuera traen devastación al Amazonas, su única defensa ahora son las máscaras caseras, pero se necesita mucho más para protegerlas, «ya tenemos mucha gente en la comunidad con síntomas», señala Vanderleia dos Santos, «no tenemos un médico aquí, o una enfermera que nos cuide», indica la indígena residente en Manaos.

Durante la crisis del coronavirus, explica, las comunidades indígenas de la ciudad están siendo atendidas por el sistema de salud pública, conocido como SUS, pero las comunidades indígenas rurales tienen su propio servicio individual de salud, la secretaría especial para la salud indígena o Sesai.

Sin embargo, les preocupa que el sistema enmascare el verdadero número de indígenas que sufren de Covid-19, según afirma Vanderlaia, los indígenas no están siendo registrados como tales, sino que son puestos como «blancos», «nuestra identidad está siendo cuestionada todo el tiempo», señala, «y eso significa que no podemos mapear a los parientes que podrían estar infectados».

Con casi la mitad de las comunidades indígenas de Brasil ahora en las ciudades, no se trata de un pequeño problema, «los indígenas de las zonas urbanas se sienten abandonados», declara Sonia Guajajara, quien dirige la asociación de indígenas de Brasil, «están expuestos al contagio y a la muerte porque no están siendo atendidos de inmediato».

Eso tiene enormes consecuencias en un país donde los madereros y mineros ilegales se han visto envalentonados por un gobierno que se ha puesto a deshacerse de las áreas protegidas y desarrollar la Amazonía.

Fuente
LaVanguardiaCNNFrance24

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