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Entre el conflicto armado y la pandemia

Indígenas colombianos se organizan para pelear contra el Covid-19

Desde que era un adolescente, Edinson Quiguanas ha ayudado a patrullar los puestos de control de la carretera en las afueras de su aldea indígena en la Colombia rural, esta vez, sus órdenes son diferentes: nadie entra y nadie se va, «antes, protegíamos a la comunidad observando el conflicto armado», explica Quiguanas , «ahora la amenaza es algo que no se puede ver».

Las comunidades indígenas de toda Colombia están montando una estrategia unificada para combatir el Covid-19, mientras el presidente colombiano Iván Duque, ordenó muy tarde, el encierro nacional que comenzó el 24 de marzo para controlar la propagación del coronavirus, que como en un conflicto armado, ha infectado a más de 5 mil 142 personas y se ha cobrado a 233.

Los grupos indígenas, que se enfrentan a su propio conflicto armado y riesgos en la lucha contra el Covid-19, y están tomando cartas en el asunto, pues más de 15 mil guardianes desarmados de la guardia indígena, una fuerza civil de defensa comunitaria, que se ha movilizado en todo el país para evitar que el virus llegue a las reservas indígenas, haciendo cumplir el mando #QuedateEnElTerritorio.

https://twitter.com/ONIC_Colombia/status/1253015067668492288

«Ya tenemos la infraestructura en su lugar para lidiar con el conflicto armado durante mucho tiempo», afirmó Robert Molina, coordinador de la fuerza, y que dirige el programa guardian para la organización regional indígena del Cauca o CRIC, el estado montañoso del sur del Cauca, que siempre ha sido una de las partes más afectadas por la guerra de Colombia a lo largo de sus más de 50 años de conflicto armado.

Las comunidades atrapadas en el fuego cruzado durante generaciones formaron la guardia como un mecanismo de consolidación de la paz de base, pero ahora se enfrentan a un desafío sin precedentes, la de bloquear una pandemia, los miembros de la guardia patrullan las 24 horas del día en 375 puestos de control diferentes en todo el Cauca.

Mientras que algunos de los 9 mil guardianes usan máscaras faciales, otros se protegen con los mismos pañuelos rojos y verdes que siempre han usado como muestra de lealtad a la resistencia indígena en el estado.

Conflicto Armado.
Darío fue uno de los primeros líderes de ONIC en pedir una estrategia indígena unificada contra la pandemia y el conflicto armado.

El conflicto armado a preparado a los indígenas a luchar contra cualquier trance

Los líderes indígenas del Cauca han solicitado a los funcionarios del gobierno local recibir más suministros médicos y una remuneración estatal por hacer cumplir la cuarentena, «hay más control de la pandemia dentro de nuestros territorios que fuera», indicó Robert, «pero estamos preocupados porque los suministros y el dinero se están acabando.

https://twitter.com/onic_colombia/status/1247662112186523650?s=21

Colombia posee 102 grupos indígenas que hablan 65 idiomas diferentes y las décadas de activismo en el Cauca ayudaron a obtener protecciones constitucionales de los pueblos indígenas para autogobernarse en sus tierras colectivas, llamadas a resguardos, a través de un sistema de consejos que opera independientemente del estado colombiano.

Sus derechos de autonomía también garantizan la capacidad de practicar una educación y asistencia sanitaria culturalmente específica, los líderes indígenas están activando todos estos sistemas para trabajar juntos contra las amenazas del Covid-19.

«Esto es realmente una prueba de nuestra autonomía como pueblos indígenas», indicó Jhoe Sauka, comisionado de derechos humanos del CRIC, «¿Podemos prevenir la infección sellando nuestros territorios? ¿Podemos cultivar nuestra propia comida, usar nuestro conocimiento cultural?»

A principios de este mes, una delegación de autoridades indígenas se reunió con curanderos espirituales conocidos por los Nasa como The’walas en las exuberantes montañas del norte del Cauca, que caminaron a sitios sagrados al anochecer para realizar rituales de armonización diseñados para evitar enfermedades a escala territorial.

Además de seguir las recomendaciones de salud pública de la organización mundial de la salud, la organización nacional indígena de Colombia, ONIC, está recomendando a las comunidades que practiquen su medicina tradicional, quizás por una vez, los pobres del campo, los indígenas y los agricultores, podrían estar mejor que las personas en las ciudades.

“No necesitamos la tienda de comestibles, si podemos practicar lo que nuestros antepasados ​​sabían hacer, la tierra nos cuidará, señala Jhoe Sauka, del CRIC, los grupos indígenas en Colombia operan un programa de salud independiente llamado sistema indígena de salud intercultural, SISPI, que permite diferentes concepciones de la enfermedad.

Fuente
VakiEfeNYTimes

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