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La Troika de la tiranía: Venezuela, Nicaragua y Cuba

EE.UU. hostiga a los únicos gobiernos disidentes que le quedan en América

El asesor de seguridad nacional de los Estados Unidos, John Bolton impuso nuevas sanciones el jueves a Venezuela y Cuba, prometiendo sanciones adicionales contra Nicaragua, ya que el gobierno de Trump al quedarse sin asidero contra otros gobiernos y tratando de buscar beligerancia dentro de su propio continente, estableció una política de línea dura hacia los países a los que la Casa Blanca calificó de «troika de tiranía».

Bolton, condenó lo que llamó «las fuerzas destructivas de la opresión, el socialismo y el totalitarismo» que, según él, representan los tres países, en un discurso en Miami, hogar de miles de exiliados de Cuba, Venezuela y Nicaragua, Bolton afirmó que Estados Unidos «ya no apaciguará a los dictadores y déspotas cerca de nuestras costas en este hemisferio», Bolton que se encuentra recaudando votos y fondos para las elecciones de medio período y para la próxima reelección de Trump, utilizó a los disidentes para anexarlos a las filas republicanas.

En una alocución en el Freedom Tower, un edificio donde los cubanos que huyeron de la extinta revolución que dirigió el ahora fallecido ex presidente Fidel Castro, recibieron documentos del gobierno de los Estados Unidos en los años sesenta y principios de los setenta, Bolton hablo también de las nuevas sanciones de Venezuela que apuntan al sector de oro del país, prohibiendo a los ciudadanos y entidades estadounidenses la participación financiera en el comercio.

Las autoridades estadounidenses han descubierto que Venezuela, exportó al menos 21 toneladas métricas de oro a Turquía con o que evitó las sanciones que ilegalmente EE.UU., le había impuesto, para tratar de ayudar a rescatar su economía del colapso una vez reforzada por vastas reservas de petróleo, el gobierno norteamericano ha sancionado a docenas de altos funcionarios venezolanos, incluido el presidente Nicolás Maduro, como parte de las medidas económicas diseñadas para presionar a la economía venezolana, en un supuesto retorno de la democracia al país sudamericano.

Bolton comentó en respuesta a las preguntas después del discurso que no espera que el ejército estadounidense intervenga en Venezuela, «no espero que eso suceda», afirmó, y culpó a Cuba por permitir el gobierno de Maduro e instó a las naciones de la región a «dejar que el régimen cubano sepa que será responsable de la continua opresión de los Estados Unidos contra Venezuela».

En contraste con la política del gobierno de Obama, que restableció las relaciones diplomáticas con Cuba, Bolton afirmó que el departamento de estado de Trump ha agregado más de dos docenas de entidades propiedad o controladas por los servicios militares y de inteligencia cubanos a una lista restringida de entidades con las que se realizan transacciones financieras por personas de Estados Unidos están prohibidos, en la búsqueda de ejercer presión contra el gobierno insular.

El sur de Florida ha sido durante mucho tiempo el hogar de una gran comunidad de emigrados cubanos, muchos de los cuales verán como las ayudas monetarias que enviaban a la isla, quedaran restringidas por la legada de una línea más dura sobre el gobierno de La Habana, que finalmente sólo afecta a los cubanos.

En los últimos años, decenas de miles de venezolanos se han asentado en el área debido a la caída de la economía del país petrolero, por lo que el discurso de Bolton tiene como fin el de animar a los votantes de ambos grupos que se dirigen a las elecciones del martes a sumarse a las filas republicanas.

Troika de la Tiranía.
Con un proselitismo desvergonzado, la Casa Blanca de Donald Trump ha anunciado una nueva política agresiva para enfrentar a los gobiernos de Cuba, Venezuela y Nicaragua, etiquetando a las tres naciones como la «troika de la tiranía».

La troika de la tiranía norteamericana, hace esfuerzos para mantenerse en Washington

«No hay duda de que el discurso tuvo un propósito electoral», confirmó Harold Trinkunas, subdirector del centro para la seguridad internacional y la cooperación en la universidad de Stanford, «el momento y la ubicación tienen un impacto electoral y Florida es un estado importante para el partido republicano», sin embargo, Trinkunas, coincidió que el enfoque de imponer sanciones a la industria del oro es una señal de lo importante que ha sido el metal en el esfuerzo de Maduro para apuntalar la economía venezolana.

Bolton también envió una fuerte advertencia al presidente Daniel Ortega de Nicaragua, donde más de 300 personas han sido asesinadas desde que estallaron las protestas en abril pidiendo la renuncia de Ortega, aunque no se refirió a México, Brasil o Colombia, donde los asesinatos a periodistas o líderes sociales se cuentan por cientos sólo en estos últimos meses.

«Las elecciones libres, justas y tempranas deben celebrarse en Nicaragua, y la democracia debe restaurarse al pueblo nicaragüense», «hasta entonces, el régimen nicaragüense, como Venezuela y Cuba, sentirá todo el peso del régimen robusto de sanciones de Estados Unidos», expuso el republicano en un desesperado esfuerzo por conseguir los votos latinos.

Al agrupar a los tres países, Bolton dijo: «esta troica de tiranía, este triángulo de terror que se extiende desde La Habana hasta Caracas y Managua, es la causa de un inmenso sufrimiento humano, el ímpetu de una enorme inestabilidad regional y la génesis de una sórdida cuna de El comunismo en el hemisferio occidental», mientras las sanciones que imponen a los tres países ahogan a la población y no ejercen ninguna presión contra los gobiernos a los que quiere atacar.

Por otro lado, Bolton calificó al presidente electo de Brasil, el misógino, xenófobo y homofóbico, Jair Bolsonaro, como un «líder con ideas afines», a las de Trump efectivamente, y en definitiva que su elección el fin de semana pasado demuestra «un creciente compromiso regional con los principios del libre mercado y una gobernanza abierta, transparente y responsable», lejos de gobiernos progresistas, que no se alineen a los preceptos enviados desde Washington.

Bolsonaro, cuya victoria movió a Brasil bruscamente hacia la derecha, construyó su popularidad en una mezcla de comentarios a menudo escandalosos y posiciones de línea dura, pero consolidó su liderazgo prometiendo promulgar reformas amigables con el mercado internacional, introducir las armas en todo nivel para pacificar el país y entregar las empresas nacionales a inversionistas extranjeros.

Fuente
Independent

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