El Mar Caribe privado del Caribe
¿Qué es el Caribe sin sus playas? la gente está perdiendo el acceso al mar por un errado modelo de desarrollo
Caminar a lo largo de una playa del Caribe se puede convertir en una maravillosa experiencia de miles de kilómetros. Ahora, hay garantía de que su paseo pueda ser interrumpido por un guardia de seguridad del hotel enojado.
En los últimos años, el Caribe ve una tendencia preocupante sobre sus costas. Mientras, los gobiernos venden fácilmente estos activos a corporaciones extranjeras y financistas políticos.
Los bienes raíces de primera calidad, las tierras protegidas y los recursos valiosos están siendo abandonados sin tener en cuenta las consecuencias a largo plazo. Esta tendencia plantea preguntas sobre si los restos de la mentalidad colonial todavía prevalecen en las ideologías políticas y la toma de decisiones en las playas del Caribe.
Los países que venden el derecho de nacimiento de sus ciudadanos pueden lamentar tales decisiones. A menudo, los escándalos de corrupción tienden a acompañar estas transacciones, erosionando aún más la confianza pública en el gobierno.
La privatización de playas y la venta de sitios frente al mar a desarrolladores se normalizó en todo el Caribe
Mientras que las malas prácticas ambientales de los desarrolladores salen a la superficie para empañar la reputación de la región. Lo que daña irreversiblemente los ecosistemas frágiles. La corrupción, desafortunadamente, pasa desapercibida para la mayoría de la población local.
El desarrollo en el Caribe no puede reflejar los patrones en Europa o Estados Unidos. Los políticos ven erróneamente las iniciativas a través de la lente de sus destinos de viaje favoritos.
Pero, los rascacielos, las autopistas y los proyectos de vanidad desvían dinero de las verdaderas prioridades de desarrollo. Al ejemplo, la educación y la salud, e ignoran el valor único y la belleza inherente del Caribe.
Los desafíos ambientales y la necesidad de sostenibilidad exigen una cuidadosa consideración. La contaminación, la erosión de las playas y el suelo, los arrecifes de coral y la vida marina, atentan contra el ecosistema.
Una lucha perdida en nombre del ecosistema y la justicia
Aunque, la sobrepesca, los pesticidas, la gestión de desechos químicos e industriales y la estética del país deben tenerse en cuenta en los planes de desarrollo.
La mayoría de las islas del Caribe están clasificadas como pequeños estados insulares en desarrollo. Esto, las hace particularmente vulnerables a la crisis climática, por lo que la responsabilidad de buscar el desarrollo sostenible es aún más crucial.
Sin embargo, numerosos gobiernos caribeños participan en el desarrollo «invitacional». Ofreciendo incentivos y beneficios, incluidas exenciones fiscales. Para atraer a los desarrolladores extranjeros. Por lo general, las promesas de oportunidades de empleo para estimular la economía y beneficiar a la población local tienden a quedarse cortas.
En cambio, la mayoría de los empleos creados son puestos poco calificados que ofrecen salarios mínimos. Mientras que los roles gerenciales mejor pagados son ocupados por trabajadores extranjeros. En consecuencia, los beneficios generados por estos desarrollos son repatriados a paraísos fiscales o inversores extranjeros.
La privatización de las playas y la controvertida venta de patrimonio principal o sitios frente a la playa a desarrolladores se normalizó en todo el Caribe. Lo que está dejando amenazado el acceso de los ciudadanos a los espacios públicos a medida que se pone en peligro la belleza natural y el derecho de nacimiento cultural de la región.
