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Trabajar desde casa en el siglo XXII

La oficina del siglo XXII será un lugar en el que convergerán las ideas y la creatividad, pero no las personas

En el siglo XXII, la tecnología impregnará todos los aspectos de la vida humana y la oficina estática ya no existirá. Hoy y después de la Pandemia, la gente trabaja desde cualquier lugar del mundo, pero muchas historias ya no son de ciencia ficción. La tecnología portátil y las comunicaciones inalámbricas de alta velocidad están cada vez más presentes alrededor del mundo. En los últimos años, son más visibles los aparatos que controla el medioambiente. Mientras, las energías limpias y artefactos que pueden acceder a Internet en un abrir y cerrar de ojos. Poco a poco la realidad sobrepasa a la ficción.

El futuro de la oficina es cada vez más incierto, pues no tendrá que ser un lugar al que valga la pena ir. Pero, la oficina del futuro será un lugar que agregue valor al proporcionar una ubicación física para la interacción en el Siglo XXII. Esta se convierte en un lugar de control de recursos más que de personas. Está próxima a transfigurarse en un lugar que habilite en lugar de su posición actual de alojar gente con igual proyecto.

La oficina del siglo XXII será un espacio fluido en el que las personas se unirán para trabajar en proyectos y socializar. No un lugar físico, sino un lugar fijo para que los trabajadores puedan entrar y salir virtualmente. Por lo que, la cultura de la oficina será altamente social e interactiva. Pero, para compensar el aislamiento en el que las personas pueden trabajar cuando trabajan de forma remota.

La Oficina del Siglo XXII.
Las tendencias de trabajo como el coworking y el living prevalecerán por que la comunicación se antoja más fluida y los resultados son más tangibles.

La oficina se centrará en la comunidad y será tribal en cierto sentido. Pues las personas se unirán por intereses compartidos similares a cómo funcionan los grupos Meetup “Somos lo que hacemos”, de la actualidad. Desde inicios del Siglo XXII, más personas trabajarán por cuenta propia. Y desde el inicio de la pandemia del Covid, la oficina se convirtió en un lugar remoto, sólo para interactuar y compartir ideas.

Por ende, las personas ya no pertenecerán a un solo equipo, sino a muchos equipos. Cada uno centrado en un objetivo o proyecto específico y a razón de sus conocimientos y aptitudes. Aunque no siempre estarán en el mismo entorno físico.

La oficina del siglo XXII será un lugar en el que convergerán las ideas, pero no las personas

En un mundo dominado por la tecnología, los robots pueden realizar la mayoría de las tareas repetitivas. Por lo que, la creatividad humana y la innovación serán lo que nos va a distinguir. Mientras que las máquinas harán lo propio, y así el espacio de la oficina será fluido. Los escritorios estáticos hacen poco para inspirar creatividad, la oficina del futuro se centrará en la inspiración.

Los entornos adaptados a la tarea o al proyecto serán necesariamente enfocados. Pero no será un espacio físico. La trascendencia de la comunicación sigue el camino que lleva. Por lo que, la interacción será cada vez más instantánea sin la necesidad del contacto físico.

En el devenir de las cosas, cuantas más máquinas se desarrollen, más importante será el elemento humano. Ya que las máquinas son buenas para ser máquinas y la fuerza de trabajo humana será valorada por su subjetividad. Por ello, la oficina del futuro será un lugar experimental donde se fomentan los errores. Una señal de que los humanos continúan experimentando y creando innovaciones en la tecnología y la sociedad.

El enfoque que se tiene actualmente con la inteligencia artificial y los datos se equilibrará al agregar la aleatoriedad al entorno de la oficina. Para que mientras que la inteligencia artificial y los datos intentan pronosticar el futuro. Ahora, basándose en el pasado, la innovación dependerá de elementos aleatorios y coincidentes para crear esos momentos de serendipia.

Para el siglo XXII, serán los dispositivos como las computadoras, teléfonos móviles y relojes los que se habrán vuelto obsoletos. Por el contrario, las partes de estas estarán ocultas en todo el entorno, conectando numerosos aspectos del reino físico con el internet de las cosas. Puesto que la tecnología portátil invisible ya es muy frecuente y permitirá a los humanos controlar su entorno a un nivel casi de telepatía. Cada individuo poseerá dispositivos que les permitirán conectarse instantáneamente con un parpadeo. Mientras que las oficinas en el hogar serán accesibles en cualquier lugar y en cualquier momento.

Un entorno afectivo para que la gente vuelva a reunirse

Las Naciones Unidas predicen que se espera que la población mundial alcance los 11 mil 200 millones de personas para el año 2100. A menudo se estima que este número está más allá de la capacidad de carga de la tierra.

David Satterthwaite, del Instituto Internacional para el medio ambiente y el desarrollo, explica que «no es el número de personas en el planeta el problema. Sino la cantidad de consumidores y la escala y naturaleza de su consumo». «Como tal, la oficina del futuro debe ser sostenible. La oficina del futuro utilizará los recursos naturales como la energía solar. Quizás energía eólica o el agua de lluvia. Pero, trabajando en función y no en contra del medio ambiente”.

La oficina del futuro se ubicará en la intersección del trabajo y la vida, pues la cada vez más utilizada cultura de coworking. Para lo que el living prevalecerá, y las personas tendrán todo lo que necesitan para trabajar en casa o donde se encuentren. Por lo que las oficinas actuarán como una extensión comunitaria de la oficina en el hogar. Ahora, proporcionando espacios para relajarse e interactuar con los demás, guarderías de calidad y entretenimiento.

A medida que el mundo virtual se fusiona con el mundo real, los humanos ansiaremos lo tangible. Debido a que el espacio para reunirse e interactuar con las personas será una parte clave de la oficina del siglo XXII. El buen sabor y la comida saludable también serán importantes y es allí donde la oficina del futuro se fusionará con restaurantes y cafés. Para proporcionar una excelente cocina, una tendencia ya popular en los espacios de coworking modernos.

Fuente
Ticbeat

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