Ordenan arrestos de altos funcionarios por la irrupción de bolsonaristas en la capital durante los disturbios en Brasil
Las autoridades judiciales de Brasil ordenaron los arrestos de altos funcionarios públicos. Poco después de que los alborotadores irrumpieron en edificios gubernamentales clave en Brasilia.
Uno de esos funcionarios, fue el ex comandante de la policía militar, que fue el primero de los arrestos llevados a cabo, según informaron medios locales.
En los arrestos, también incluyeron al ex jefe de seguridad pública de Brasilia, Anderson Torres. Junto a otros «responsables de actos y omisiones» que condujeron a los disturbios, indicó la oficina del fiscal general.
Torres niega cualquier papel en los disturbios. Luego de los arrestos, el coronel Fábio Augusto, comandante de la policía, fue destituido de su cargo después de que partidarios del ex presidente Jair Bolsonaro irrumpieron en el Congreso, el palacio presidencial y la Corte Suprema.
Los arrestos son producto de los disturbios ocurridos, una semana después de que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, prestara juramento
Las dramáticas escenas involucraron a miles de manifestantes, algunos vestidos con camisetas amarillas de fútbol de Brasil y ondeando banderas, que invadieron a la policía y saquearon el corazón del estado brasileño.
De las aproximadamente 1 mil 500 personas en los arrestos y llevadas a la academia de policía después de los disturbios. Las autoridades expresan que casi 600 se encuentran a otras instalaciones.
Allí, los oficiales de policía tendrán cinco días para acusarlos formalmente. Más temprano, el interventor federal en seguridad pública acusó a Torres de «una operación de sabotaje estructurado».
Ricardo Cappelli, quien fue designado para dirigir la seguridad en Brasilia, explicó que había una «falta de mando» de Torres. Antes de que los edificios gubernamentales fueran asaltados.
La toma de posesión de Lula el 1 de enero fue «una operación de seguridad extremadamente exitosa». Lo que cambió antes del domingo fue que, el 2 de enero, «Anderson Torres asumió el cargo de secretario de Seguridad, destituyó a todo el comando y se fue», señaló.
«Si esto no es sabotaje, no sé qué es», agregó Cappelli. Torres expresó que lamentaba profundamente las «hipótesis absurdas» de que jugó algún papel en los disturbios.
Expuso que las escenas, que ocurrieron durante sus vacaciones familiares, eran lamentables y comentó que era «el día más amargo» de su vida personal y profesional.
Lula acusó a las fuerzas de seguridad de «descuidar» su deber de no detener los «actos terroristas» en Brasilia. Los fiscales pidieron que un tribunal federal de auditoría congele los activos de Bolsonaro a la luz de los disturbios.
El expresidente, condenó los disturbios, a pesar de que no admitió la derrota de las ajustadas elecciones de octubre que dividieron a la nación. Y voló a los Estados Unidos antes de la entrega el 1 de enero.
