Colombia y Chile afectados por incendios forestales
Colombia y Chile enfrentan incendios forestales sin precedentes debido a El Niño y el cambio climático, un creciente fenómeno extremo
Los dos países sufren las consecuencias de los incendios forestales, que arrasaron miles de hectáreas de bosques, páramos, cultivos y viviendas, y han cobrado la vida de decenas de personas
Un panorama desolador y alarmante
El mes de febrero de 2024 ha sido uno de los más críticos para Colombia y Chile en materia de incendios forestales, que se han desatado con fuerza e intensidad en varias regiones de ambos países, debido a factores como el cambio climático, la sequía, las altas temperaturas, el viento, la deforestación y la acción humana. Según los reportes oficiales, los incendios han consumido más de 40 mil hectáreas en Colombia y más de 10 mil en Chile, afectando la biodiversidad, los ecosistemas, la calidad del aire, la seguridad alimentaria y la salud de las poblaciones.
Los incendios también han dejado un saldo trágico de víctimas mortales y damnificados. En Colombia, se han registrado al menos 15 fallecidos, entre ellos bomberos, campesinos y civiles, que perdieron la vida tratando de sofocar las llamas o de huir de ellas. Además, hay más de 200 heridos y más de 5 mil familias afectadas, que lo perdieron todo y que debieron ser evacuadas o albergadas. En Chile, se han contabilizado al menos 130 muertos, la mayoría de ellos en la ciudad de Valparaíso, que sufrió una de las peores catástrofes de su historia, al ser arrasada por el fuego que se propagó desde los cerros hasta el centro histórico. Asimismo, ya se cuentan más de 300 heridos y más de 40 mil damnificados.
Los incendios forestales se hacen cada vez más comunes
La magnitud y la complejidad de los incendios han superado la capacidad de respuesta de las autoridades. Dejando a los organismos de emergencia en Colombia y Chile, desbordados. Por lo que son cuestionados por su actuación. Los habitantes de las zonas afectadas señalan que no hubo una alerta temprana. Y sobre todo, falta de recursos y los medios suficientes para enfrentar el fuego. También han reclamado que no hubo una asistencia oportuna ni una atención integral a las necesidades de las víctimas.
Los gobiernos de ambos países han reconocido las dificultades y las fallas en el manejo de la situación. Anunciando medidas para investigar las causas y las responsabilidades de los incendios. Para sancionar a los posibles responsables, para reparar a los afectados y para prevenir que se repitan estos hechos. Sin embargo, sus anuncios sólo causan la indignación. Que exige la renuncia de algunos funcionarios y que ha protagonizado protestas y manifestaciones en las calles. Algunas de estas movilizaciones han terminado en enfrentamientos con la fuerza pública, que ha reprimido con violencia a los manifestantes.
Llegó el momento de actuar o todo será peor
Los incendios forestales plantean un desafío sobre la gestión de catástrofes, que se han vuelto más frecuentes e intensas en los últimos años. Amenazan la vida y el bienestar de millones de personas. Está la necesidad de reconstruir las zonas afectadas. Pero, respetando los derechos y las aspiraciones de las comunidades, y garantizando la protección y la restauración de los recursos naturales. Está la urgencia de implementar políticas públicas y acciones colectivas que mitiguen y se adapten al cambio climático. Por lo que se debe fortalecer el sistema de gestión del riesgo. Además de fomenten la cultura de la prevención y la resiliencia, y que sancionen a los responsables de provocar o agravar los incendios .
Los incendios forestales también plantean un desafío para la prevención en Colombia y Chile. Que se encuentran en un proceso de transformación y de crisis. Los actores y sectores, deben enfrentar los problemas comunes y construir un futuro más justo y sustentable. Pero, está el riesgo de que los incendios sean un factor de conflicto, de división y de violencia, que profundice las brechas y las desconfianzas.
