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Un gran agujero solar amenaza con una tormenta hacia la Tierra

El agujero solar, de 60 veces el tamaño de nuestro planeta, podría provocar auroras boreales y alteraciones en las comunicaciones

El Sol no es una esfera perfecta, sino que tiene irregularidades en su superficie, el agujero solar, puede afectar a su actividad y a su interacción con la Tierra. Una de estas irregularidades son los agujeros coronales.

En estas regiones el campo magnético solar se abre y permite que el plasma caliente escape al espacio. Este agujero solar puede generar vientos solares de alta velocidad, que viajan por el sistema solar y pueden llegar a impactar con el campo magnético terrestre.

Esto es lo que podría ocurrir en los próximos días, según alerta el Observatorio de Dinámica Solar de la NASA. Quienes detectaron un enorme agujero solar en la corona de nuestra estrella, que mide más de 60 veces el tamaño de la Tierra.

El agujero solar, se encuentra en el hemisferio sur del Sol, y está expulsando vientos solares de entre 500 y 800 kilómetros por segundo. Este podría alcanzar nuestro planeta entre el 8 y el 9 de diciembre.

Según los expertos, lo más probable es que se produzca una tormenta geomagnética de nivel G1. Esta es la más débil de la escala que va del G1 al G5.

Agujero solar supermasivo lanza viento a la Tierra.
El agujero coronal se formó el 2 de diciembre y alcanzó una anchura máxima de 800 mil km.

Un agujero solar supermasivo, puede traer muchos problemas a la Tierra

Este tipo de tormentas pueden causar algunos efectos menores, como el aumento de la intensidad de las auroras boreales. Podrían verse en latitudes más bajas de lo habitual, o algunas interferencias en las señales de radio y los sistemas de navegación por satélite.

Sin embargo, no hay que alarmarse, pues este tipo de eventos son bastante comunes y no suponen un peligro para la vida ni para la infraestructura terrestre. De hecho, los agujeros coronales son mucho menos violentos que las llamaradas solares o las eyecciones de masa coronal. Estas son erupciones explosivas que liberan grandes cantidades de energía y partículas al espacio.

Estos fenómenos sí que pueden causar tormentas geomagnéticas más severas. Y podrían afectar a las redes eléctricas, los satélites o las comunicaciones. Los agujeros coronales son parte de la dinámica natural del Sol, que tiene ciclos de actividad de unos 11 años.

Actualmente, el Sol se encuentra en el ciclo 25, que comenzó en diciembre de 2019, y que se espera que alcance su máximo en julio de 2025. Durante este periodo, se prevé que aumente la frecuencia e intensidad de las manchas solares. Las llamaradas solares y las eyecciones de masa coronal son indicadores de la actividad magnética de nuestra estrella.

El Sol es una fuente de luz, calor y energía para la Tierra, pero también de fenómenos que pueden alterar el clima espacial y tener repercusiones en nuestro planeta. Por eso, es importante observar y estudiar el comportamiento del Sol. Con el fin de comprender mejor sus procesos y sus efectos, y para prevenir y mitigar los posibles riesgos que puedan derivarse de ellos.

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