Cámara Baja del congreso aprueba proyecto de ley impugnado por conservacionistas
El historial ambiental de Brasil está bajo un intenso escrutinio en medio de la creciente deforestación en la selva amazónica. La cámara baja del Congreso de Brasil ha aprobado un proyecto de ley ferozmente impugnado por grupos ecologistas.
La medida votada en el Congreso, servirá para flexibilizar los requisitos de licencias. Dando paso a infraestructura, minería, agricultura y otros proyectos en tierras de la selva, incluso en ejidos indígenas.
La medida presentada al congreso, generó críticas de grupos conservacionistas e indígenas. Sobre todo, en un momento en que el historial ambiental de Brasil está bajo un intenso examen a medida que la deforestación en la selva amazónica se dispara.
La administración del presidente estadounidense Joe Biden está en conversaciones con el congreso de Brasil. Con la idea de financiar los esfuerzos de conservación, y exigió, que el país muestre primero los resultados en frenar la destrucción.
Nueve ex ministros de Medio Ambiente emitieron una carta abierta al congreso oponiéndose al proyecto de ley
Datos preliminares publicados al congreso, la semana pasada mostraron que la deforestación de la Amazonía brasileña en abril fue la más alta para ese mes en al menos cinco años.
El informe elaborado por el sistema de monitoreo Disuasor del Congreso mostró que la deforestación aumentó 43%, en el mismo mes de 2020. A 581 kilómetros cuadrados de selva virgen.
El nuevo proyecto de ley de licencias, fue aprobado por el congreso, a última hora del miércoles. Ahora pasará ahora al Senado brasileño para su consideración.
Para muchos tipos de proyectos, permitiría que los permisos se expidan automáticamente si el solicitante cumple con ciertos requisitos de presentación. Eso incluiría proyectos como repavimentar las carreteras existentes en la Amazonía que fueron construidas por la dictadura militar y han caído en mal estado.
Bolsonaro se comprometió a repavimentar una de esas carreteras que un estudio científico predice que aumentará la deforestación cinco veces hasta 2030. Lo que conducirá al despeje de un área más grande que el estado estadounidense de Florida o 170 mil kilómetros cuadrados.
