Trump escuchó los cargos en su contra

Poco después de las 14:30, el expresidente de los Estados Unidos Donald Trump entró en un tribunal de Manhattan como acusado, para escuchar los cargos en su contra. Trump entró rodeado del Servicio Secreto, vestido con su característico traje azul y corbata roja, y un zumbido eléctrico se disparó a través de la habitación.

Mantuvo una expresión sombría y sus pasos parecían pesados y lentos mientras caminaba por el pasillo central de la sala del tribunal. Luego tomó su lugar en el frente, donde lo esperaban sus abogados defensores. Trump no se dirigió a la prensa, y sólo se ocupó de escuchar los cargos.

Un grupo de periodistas vigilados por más de una docena de policías se sentaron a escuchar los cargos. Aunque, se les prohibió usar teléfonos o computadoras portátiles en la corte.

Cuando llegó el juez, Juan Merchan, todos se levantaron, incluido Trump. A pesar de que los medios de comunicación y el circo político ocurrieron 15 pisos debajo de la sala del tribunal. El juez Merchan presidió en un tono parejo, sin levantar la voz.

Cuando el juez leyó los 34 cargos de delitos graves presentados en su contra, Trump respondió: «No culpable»

La audiencia se ocupó principalmente de cuestiones procesales, incluidos los plazos para los abogados y la próxima fecha del tribunal, pero el peso de su importancia no se perdió en nadie en la sala. Luego, en un momento dado, el juez Merchan se dirigió directamente a Trump, recordándole que tenía derecho a estar presente en todos los procedimientos relacionados con su caso.

Cuando se le preguntó si entendía esto, contra todo pronóstico Trump respondió: «Sí». El juez luego agregó que si Trump, como cualquier acusado, se comportaba de manera rebelde o perturbadora, podría perder el derecho a estar presente en su juicio.

Mientras presentaban sus argumentos, los fiscales mencionaron que Trump habría hecho publicaciones amenazantes en las redes sociales. Incluida una que advertía de una posible «muerte y destrucción» si era acusado.

Los abogados de Trump señalaron que su cliente estaba frustrado y molesto con el caso. Y que creía que representaba una «gran injusticia». El juez respondió diciendo a los abogados defensores: «No comparto su opinión de que cierta retórica y cierto lenguaje están justificados por la frustración».

El juez Merchan indicó que su advertencia sobre una mayor retórica incendiaria era una solicitud y no una orden. Pero, que tendría que echar «un vistazo más de cerca» si el problema surgiera nuevamente. El juez puso fin a los procedimientos después de casi una hora.

Trump se puso de pie e inmediatamente fue rodeado por su detalle del Servicio Secreto. El expresidente habló en voz baja con sus abogados, pero fue inaudible para la prensa sentada unas filas detrás de él.

Luego se dio la vuelta y caminó por el pasillo central de la sala del tribunal, por la puerta trasera por la que había entrado por primera vez. No señaló nada al paquete de cámaras de televisión afuera. Su expresión era bastante seria. Este es el primer caso penal que involucraba a un presidente de los Estados Unidos y ahora, está en marcha.