El banco central de México recortó su pronóstico de crecimiento para este año, prediciendo la expansión más débil desde la crisis financiera de 2009 en medio de una desaceleración de la demanda y la incertidumbre global y nacional, debido a las preocupaciones sobre su compañía petrolera estatal y las tensiones comerciales mundiales que afectan a la segunda economía más grande de América Latina.
Los formuladores de políticas en su informe trimestral de inflación redujeron la proyección para la expansión de este año a un rango de 0.2% a 0.7%, de 0.8% a 1.8% anteriormente y ante tal pronóstico, destacaron la preocupación interna que ha afectado la inversión y el consumo y el posible deterioro adicional en las calificaciones de deuda para la nación.
Al igual que la crisis que viene enfrentando petróleos mexicanos, PEMEX, de propiedad estatal, que se aúnan a las tensiones comerciales globales, han creado un mar de incertidumbre sobre la economía azteca, lo que empujó a los economistas a lanzar un mal pronóstico sobre el crecimiento anual.
El producto interno bruto del segundo trimestre de México se mantuvo sin cambios, lo que representa una estrecha sustracción de una recesión técnica, aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador se ha comprometido a aumentar el crecimiento económico a un promedio del 4%.
El banco central redujo las tasas de interés por primera vez en cinco años este mes, en un cuarto de punto al 8% desde un máximo de la década del 8.25%, a medida que la inflación disminuyó, los analistas en una encuesta publicada por la unidad mexicana de Citigroup Inc. la semana pasada esperan que la junta de cinco miembros vuelva a recortar en su próxima decisión programada para el 26 de septiembre.
El banco de México culpó el mal pronóstico de crecimiento a la interjección de Estados Unidos y la guerra económica
El gobernador del banco central, Alejandro Díaz de León, evitó hacer una proyección sobre posibles futuras reducciones de tasas, diciendo que las decisiones dependerán de los datos entrantes y no sólo del pronóstico de estos.
Cuando se le preguntó sobre los comentarios recientes de AMLO, como se conoce al presidente, que el banco central se extralimitó en su discusión sobre la política económica de la nación en su más reciente declaración de fijación de tasas, Díaz de León expresó que los formuladores de políticas han sido consistentes al destacar que necesitan macroeconomía estabilidad para lograr su objetivo de inflación del 3%.
El gobernador subrayó la importancia del plan presupuestario 2020 de México, que el gobierno de AMLO debe presentar antes del 8 de septiembre, para comunicar seguridad a los inversores.
Si bien México escapó de una recesión, esto es, dos trimestres consecutivos de contracción económica, el estancamiento mostró que la economía se debilitó en el primer año de gobierno de López Obrador.
Pese a ello, el mandatario ha insistido en que México crecerá 2% en el año y restó importancia al dato al mencionar que hay una mejor distribución de riqueza en el país y ante la debilidad en la actividad económica y una menor inflación, el banco central recortó a mediados de agosto su tasa de interés de referencia a 8% desde 8,25%, buscando impulsar a la economía.
Alejandro Díaz de León, descartó mencionar si la decisión de llevar la tasa a 8% anticipa un ciclo de recortes en la tasa de interés de referencia, «para una economía abierta como México y que está expuesta a diversos factores, especialmente de tensiones comerciales, ha sido útil el no anticipar potenciales decisiones futuras sino hasta tener toda la información correspondiente», expuso durante la presentación del informe.
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