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Ambientalistas se oponen a busca de tesoro pirata

Los defensores negaran el paso de maquinaria pesada para recuperar el botín pirata

Arqueólogos y ambientalistas condenan la propuesta de usar maquinaria pesada para buscar tesoros del siglo XVIII, la búsqueda de un legendario tesoro que contiene joyas, oro y artefactos incas originales, que se cree que fue enterrado en una isla del Pacífico Sur por piratas españoles, podría estar a punto de llegar a su dramática conclusión.

Pero la decisión de permitir que un magnate textil holandés-estadounidense de usar maquinaria pesada para excavar el tesoro en las islas Juan Fernández, escasamente pobladas de Chile, ha provocado una respuesta indignada de arqueólogos y ambientalistas.

«El motivo es la ganancia, no el interés arqueológico», afirmó Alejandra Vidal, representante del colegio de arqueólogos de Chile en el consejo de monumentos nacionales, «dado el equipo que se utilizará, existe un riesgo muy real de que los artefactos se pierdan o se dañen en el proceso».

Bernard Keizer, que ha estado buscando el tesoro durante más de dos décadas, recibió permiso para excavar una parcela de 400 metros cuadrados cerca de puerto inglés en la isla Robinson Crusoe, uno de los tres islotes volcánicos principales que conforman el archipiélago Juan Fernández 600 millas de la costa chilena.

En 1704, el marinero escocés Alexander Selkirk fue abandonado en el archipiélago durante cuatro años, inspirando la novela Robinson Crusoe de Daniel Defoe, después de lo cual una de las islas fue renombrada en 1966 en un intento por aumentar el turismo.

La decisión de la corporación nacional forestal de Chile, Conaf, para buscar el tesoro, se produjo a pesar de que las islas están protegidas por las leyes nacionales e internacionales, indicó Valentina Durán, directora del centro de derecho ambiental de la facultad de derecho de la universidad de Chile.

«El área entregada para la excavación del tesoro está doblemente protegida, ya que se encuentra dentro del parque nacional Juan Fernández y también fue designada reserva de la biosfera de la Unesco en 1977», acotó.

Tesoro de Juan Fernández.
El permiso se ha topado con una reclamación legal para bloquear todos los esfuerzos para desenterrarlo por temor a que se causen daños irreparables en una zona considerada reserva de la biosfera.

Chile autoriza perforar una isla protegida para buscar un tesoro

«Las regulaciones son particularmente estrictas para que los extranjeros caven en suelo soberano de Chile en sitios considerados monumentos arqueológicos… Lo que está claro de este caso es que necesitamos una mejor protección, instituciones y leyes más claras para las áreas protegidas», explicó Durán.

Además de la controversia, Pablo Mira, el director regional de Conaf para Valparaíso, bajo cuya jurisdicción caen las islas, fue despedido abruptamente de su cargo en septiembre, Mira se había opuesto abiertamente a la búsqueda del tesoro, pero las autoridades chilenas han insistido en que su despido no estaba relacionado con el permiso de excavación.

Keizer, a quien no se pudo contactar para hacer comentarios, utilizó un equipo de escaneo para identificar una posible ubicación después de una búsqueda exhaustiva y costosa que hasta ahora se ha llevado a cabo manualmente debido al estado de conservación del área, según los informes, ahora cree que el tesoro está escondido en un túnel sintético debajo de una gruesa losa de roca.

José Manuel Rebolledo, director ejecutivo de Conaf, explicó que se hicieron las evaluaciones necesarias para garantizar que la excavación del tesoro no afecte al parque nacional de ninguna manera, de tener éxito, la búsqueda de Keiser podría acabar con el misterio de 300 años que rodea la naturaleza exacta de las riquezas acumuladas por el marinero español Juan Esteban Ubilla.

Según el registro histórico, Ubilla acumuló el tesoro, que se dice que tiene un valor de 10 mil millones de dólares, en sus viajes a lo largo de la costa del Pacífico de América del Sur a principios del siglo XVIII, para enterrarlo en las remotas Islas Juan Fernández cuando su barco fue interceptado por el almirante de la marina británica Lord Anson en 1714.

Se rumorea que el tesoro contiene estatuas de oro originales de Perú, incluido un collar perteneciente a la esposa del último emperador inca, Atahualpa, así como 800 barriles de monedas de oro y plata.

Una tripulación enviada para recuperar el tesoro en 1761 bajo el mando del navegante británico Cornelius Webb encontró el tesoro y lo cargó a bordo de su barco, sin embargo, un mástil se partió con mal tiempo cuando salían de la isla y Webb se vio obligado a regresar y volver a enterrar el tesoro.

Webb luego dibujó dos mapas del tesoro y escribió instrucciones codificadas, una de las cuales envió a Inglaterra, Keizer adquirió la segunda copia en 1998 de la familia del político chileno Luis Cousiño.

Fuente
ABCEspacioPublicoLaTercera

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