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DART fue un éxito, pero no uno bueno

La prueba DART de la NASA contra un asteroide en 2022 resultó un éxito, pero causó una tormenta mortal de rocas

Los expertos señalan que los escombros expulsados en la prueba DART, se convirtieron en un paquete de rocas espaciales que podría tener un impacto tan fuerte y mortal al caer en la tierra, como la fuerza de la bomba atómica utilizada en Hiroshima durante la Segunda Guerra Mundial.

La agencia espacial estadounidense NASA forzó accidentalmente la aparición de un enjambre de rocas alrededor del asteroide Dimorphous después de probar la nave espacial Double Asteroid Redirection Test, DART.

Incluso, las rocas son sólo el polvo suelto que dejó la NASA en septiembre pasado. En ese entonces, la organización llevó a cabo pruebas para su misión DART, que se centra en establecer un método concreto de defensa planetaria.

Sin embargo, algunos astrónomos creen que las rocas pueden haber existido ya en la superficie de Dimorphous. Y que en el aterrizaje la nave DART simplemente las expulsó una vez que la prueba vio a la nave estrellarse contra el asteroide y redirigir su trayectoria.

Dart estuvo bien, pero no.
La Agencia Espacial Europea está planeando un estudio en profundidad de las consecuencias del impacto con su misión Hera, que se lanzará en 2024 y llegará a Dimorphous en Navidad de 2026.

El experimento DART fue un éxito, pero aún no se puede afirmar sus posibles consecuencias

En total, el grupo de científicos de la UCLA, que identificó 37 rocas que varían en varios tamaños de 1 metro y hasta 6 metros de ancho, y viajan a una velocidad de 20 mil kilómetros por hora a través del espacio.

Dart estuvo bien, pero no.
Las rocas fueran parte del material expulsado de la superficie de Dimorphous después del impacto de Dart.

Los investigadores de la UCLA notaron que el peso total de los escombros se estima en alrededor de 1 mil toneladas. David Jewitt, líder del descubrimiento, afirma que la tormenta de rocas es «como una nube de metralla que se expande desde una granada de mano».

«Debido a que esas grandes rocas básicamente comparten la velocidad del asteroide objetivo, son capaces de hacer su propio daño», agregó Jewitt. Tambien explicó que una roca de 4 metros que golpea la Tierra, a una tasa de impacto típica, podría entregar tanta energía como la bomba atómica lanzada sobre Hiroshima.

Si bien la misión DART resultó ser un éxito, el asteroide elegido para la prueba está a 9 millones de kilómetros de la Tierra. Por lo que, no se puede saber a ciencia cierta, si alguna vez represente una amenaza para la Tierra en el futuro.

Mirando hacia futuros experimentos, los expertos esperan usar el Telescopio Espacial Hubble para rastrear las trayectorias de cualquier roca futura.

«Si seguimos las rocas en futuras observaciones del Hubble, podemos tener suficientes datos para precisar las trayectorias precisas de las rocas», agregó Jewitt. «Y luego veremos en qué direcciones fueron lanzados desde la superficie y descubriremos exactamente cómo fueron expulsados».

Fuente
YahooTelegraphTelegraph

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