Una maquinaria que se aprovecha del miedo y la incertidumbre ataca nuevamente
A inicios de esta semana el instituto de investigación Gamaleya y el fondo ruso de inversión directa, registraron una vacuna contra el Covid-19, denominada «Sputnik-V». El ministro de salud de Rusia, Mijaíl Murashko, anunció que la vacuna estará lista para su uso en dos semanas. Al tiempo medios internacionales llenaron la red de comentarios negativos sobre el hecho, señalando que esa vacuna no cumplía con las normas internacionales.
La red de suposiciones sobre la forma de actuar de los científicos rusos, parece estar adelantándose a la norma, pero, aunque así fuese, han dado un atisbo de esperanza para muchos. Personajes de la política como el expresidente brasileño Lula da Silva señaló que, la recientemente introducida vacuna contra el coronavirus ruso «trae esperanza al mundo».
Y más de 10 países han declarado abiertamente su intención de seguir el novel descubrimiento basado en dos investigaciones anteriores sobre el MERS y el Ébola, que se adecuaron a el nuevo coronavirus para generar inmunidad al menos durante un par de años. La Sputnik V, se convirtió en la primera vacuna del mundo contra Covid-19. Anunciado que estará listo para su uso en dos semanas, se espera que la producción de la vacuna alcance los 500 millones de dosis en su primer año.
Se ha establecido una red de medios para apoyar la vacuna compartida con Oxford y AstraZeneca, que aún está en la primera fase de desarrollo, contra la Sputnik V, sólo por ser rusa. Esta no es la primera vez que los medios en consenso acusan con medias verdades o mentiras flagrantes, para generar una matriz de opinión contra una institución o una persona directamente.
La red que se teje sobre la verdad, a veces trata de esconder lo que es evidente
Esta red que se activa, cuando las hegemonías del poder se desestabilizan, ha señalado sus miras, contra Vladimir Putin, Sadam Hussein, Kim Jom Un, o más localmente contra Nicolás Maduro, Juan Guaidó, todos los integrantes de la marea rosa y contra personajes locales como los que apoyan a los gobiernos socialistas o quienes han trabajado dentro de esos gobiernos.
Desde que el patio trasero de los Estados Unidos, decidió hacer las cosas como mejor les parezca, se comenzó a señalar a líderes, funcionarios y miembros del gobierno venezolano. Así se creó la red de potes de humo contra Rafael Ramírez, Eudomario Carruyo, Jorge Arreaza, Diosdado Cabello y muchos, muchos más, fundamentados sólo en falsedades.
Casos como el generado contra Rusia, hacen alusión directa a la red de mentiras creadas contra la incidencia rusa en las elecciones del 2015 o sobre el caso de Odebrecht, los papeles de Panamá, el escándalo de PDVSA, los falsos positivos colombianos o el narcotráfico en Honduras.
Por lo que hay que leer entre líneas, sopesar fuentes y sobre todo tratar de entender las verdaderas intenciones de la red de medios. Porque más allá de lo que intentan difundir como una verdad absoluta, siempre se encuentra velada una intencionalidad sobre sus verdaderos intereses y sobre los autores reales.
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