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La OEA como vándalo de la democracia en Bolivia

El proceso de Añez a estado signado por la censura y la falta de derechos

El gobierno de Añez intentó socavar el movimiento hacia el socialismo, MAS, al tratar de acusarlo de fraude, señala la periodista de La Resistencia Bolivia, Camila Ugalde Soria Galvarro, y agregó que la persecución de medios alternativos y el alistamiento de la organización de estados americanos, OEA, sobre organizar la votación para 2020 es parte de la misma tendencia.

Mientras Bolivia se prepara para las elecciones del 3 de mayo, los funcionarios de la OEA, vinieron al país la semana pasada para brindar apoyo técnico, según el embajador de Bolivia ante la OEA, Jaime Aparicio, la organización transnacional está programada para participar en todo el proceso electoral hasta el día de la votación.

Con eso en mente, vale la pena señalar que fue la OEA quien emitió una declaración engañosa el día después de la votación del 20 de octubre en Bolivia, como lo explicó un grupo de investigadores políticos en su análisis publicado el El Guardian en diciembre, la organización no presentó evidencia para respaldar su «profunda preocupación y sorpresa» ante el «cambio difícil de explicar en la tendencia de los resultados preliminares».

informe revelado después de que se cerraron las urnas, lo que se interpretó como evidencia de probable «fraude electoral» y posteriormente provocó disturbios sociales, la revuelta del ejército y la policía y finalmente la expulsión de Evo Morales y el golpe de estado encabezado por Jeanine Añez.

«Más recientemente debido a su papel en elecciones pasadas, la OEA ha perdido credibilidad en nuestro país y no solo entre los partidarios del movimiento hacia el socialismo», indica Camila Ugalde Soria Galvarro, periodista del medio de comunicación de izquierda La Resistencia Bolivia.

«Si la persecución y la censura que se vieron durante los últimos meses continúan, contra los partidarios del MAS o cualquier persona que se oponga al actual gobierno de facto, no hay condiciones básicas para elecciones libres y justas en Bolivia. Si además de eso, la OEA participa en la organización de las nuevas elecciones, la democracia en nuestro país continuará debilitándose», Comentó la periodista.

OEA.
En marcado contraste con el gobierno de facto en La Paz, el ex presidente boliviano Evo Morales «nunca usó su poder para silenciar a los medios de oposición», el gobierno de facto de Añez ha tratado de debilitar al MAS e interrumpir la posible campaña del partido desde el primer día del golpe de estado y ha usado a la OEA para escudarse.

La OEA al igual que el grupo de Lima, ha ejercido un papel protagónico en el proceso en Bolivia

Anteriormente, la OEA se negó a reconocer la legitimidad del nuevo mandato de Nicolás Maduro después de las elecciones presidenciales venezolanas de mayo de 2018 y abrazó al autoproclamado presidente interino Juan Guaidó y su gabinete.

Ugalde recuerda que durante el «octubre negro» de 2003 en Bolivia, la OEA apoyó al presidente respaldado por Estados Unidos, Gonzalo Sánchez de Lozada, quien ordenó una represión masiva contra los manifestantes en El Alto que resultó en la muerte de 60 personas.

Según el periodista, en lugar de la OEA, la comisión electoral debería incluir otros organismos internacionales y gobiernos elegidos para garantizar la equidad y la transparencia de la votación de mayo, se hizo eco de Andrónico Rodríguez, la posible elección del vicepresidente de MAS, quien anteriormente argumentó que la OEA «debería mantenerse al margen de este proceso electoral».

El gobierno de Añez silencia las voces de la oposición antes de las elecciones, y la persecución a gran escala de fuentes de medios independientes y de izquierda por parte del gobierno interino de facto de Jeanine Añez ha suscitado la mayor preocupación del MAS y sus partidarios.

«En los últimos meses, 53 estaciones de radio locales y comunitarias han sido cerradas, dos importantes redes de medios internacionales, TeleSUR y RT, fueron sacadas de las ondas, y periodistas independientes y dibujantes políticos están siendo censurados e incluso detenidos», subraya Ugalde, «dado este contexto, particularmente meses antes de las elecciones, la pluralidad de puntos de vista que fortalecen cualquier democracia está siendo asediada», advierte.

Alejandra Salinas y Orestes Sotomayor, de La Resistencia Bolivia, fueron detenidas en la víspera de año nuevo y acusadas de «sedición» y «mal uso de los bienes del estado», a pesar de que no se presentaron pruebas para respaldar los reclamos, Ugalde destaca que los dos periodistas han sido etiquetados públicamente como «guerreros digitales de Morales» por el gobierno de facto. Según ella, «tal ataque contra la libertad de expresión, dirigido a una plataforma de medios alternativa que ha estado operando durante los últimos años y ha brindado información diariamente sobre los eventos que ocurrieron durante el golpe, solo puede verse como clara persecución política».

Fuente
Bloomberg

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