
Durante las conversaciones, en la frontera GN, reprimió a los migrantes
Migrantes con destino a Estados Unidos, en su mayoría de América Central y el Caribe, acusaron al gobierno mexicano que los reprimió violentamente y los mantenía «prisioneros» en el sur del país.
Las acusaciones de los migrantes contrastaron con las promesas del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, de un trato humano. Al final, solo se les reprimió indiscriminadamente.
Poco antes de la reunión de alto nivel del jueves entre funcionarios mexicanos y estadounidenses en Washington. La guardia nacional y la policía reprimió a golpes a los migrantes.
Paralelamente, Estados Unidos y México, acordaron que el desarrollo de las regiones pobres era una solución a largo plazo para frenar la migración hacia el norte.

A pesar que se reprimió a patadas a los migrantes y que está en video, el gobierno lo negó
«Las autoridades mexicanas están maltratando a los migrantes», indicó Guillermo Rivas, de 25 años, de El Salvador, “la policía nos reprimió a golpes y patadas”, mientras se encontraban en un centro de detención en la ciudad sureña de Tapachula.
La agencia de inmigración de México, que administra el centro de detención, a pesar que reprimió violentamente a los refugiados, no respondió a una solicitud de comentarios.
Rivas indicó que estuvo esperando en la ciudad durante casi cinco meses por el papeleo de asilo. Con la esperanza de que le permitiría moverse libremente en México y llegar a su cometido.
«Tapachula es una prisión», indicó el jueves. «Pedimos que México abra sus puertas para permitir que los migrantes crucen el país sin peligro, abuso o maltrato».

La migración fue uno de los principales temas en las conversaciones de alto nivel en Washington. Allí, los funcionarios acordaron continuar con programas de desarrollo para el sur de México y América Central.
Conversatorio, destinado a abordar las causas económicas que impulsan la inmigración a los Estados Unidos.
Pero en realidad, parece que la meta es hacer que México se convierta en el brazo ejecutor, de las políticas migratorias norteamericanas.
López Obrador señaló que los funcionarios y las fuerzas de seguridad tienen un «respeto completo y absoluto por los derechos humanos», pero a golpes y patadas.
AMLO anunció las discusiones de Washington como el comienzo de una «nueva etapa» en la política migratoria. Pero desplegó a la guardia nacional que reprimió a los grupos, que incluían a muchas familias y niños pequeños.