Migrantes enfrentan una helada Navidad en medio del frío en la frontera entre Estados Unidos y México
Cientos de migrantes están atrapados, acampando en el frío en la frontera norte de México durante esta Navidad. Con la esperanza de una rápida reversión de las restricciones impuestas por Estados Unidos. Mientras soportan la picadura de una tormenta invernal que asola la región.
Después de que la corte suprema norteamericana dictaminara esta semana que las restricciones conocidas como Título 42, podrían permanecer vigentes temporalmente. Muchos migrantes se enfrentan a un fin de semana de frío extremo esta Navidad en lo que el servicio meteorológico de México llamó una «masa de aire ártico».
«Me quedo aquí. ¿A dónde más puedo ir?», expresó Walmix Juin, un migrante haitiano de 32 años desde una endeble tienda de campaña en la ciudad de Reynosa, al otro lado de la frontera con McAllen, Texas. «Nunca pensé que pasaría una Navidad con tanto frío».
Las temperaturas en las ciudades fronterizas de Matamoros y Reynosa, cayeron a menos de cero, mientras el frío seguía bajando.
En esta zona, varios miles de personas acampan a la intemperie o en refugios básicos. Allí, el punto de congelación atacó el sábado y solo mejoró ligeramente el domingo.
El frío extremo, fue la constante este fin de semana y se pondrá peor
Más al oeste, en Ciudad Juárez, donde cientos de migrantes hacen fila para buscar asilo en la frontera con El Paso, Texas. Las temperaturas bajaron a menos seis grados centígrados. Mientras muchos dormían en el frío de las calles.
«Nos entregamos. Nos entregamos a las autoridades de inmigración», expresó Edwin López, de Tegucigalpa, Honduras. Indicó que se encuentra esperando dos meses con su esposa y sus tres hijos.
«La inmigración nos expulsó. Porque lo que nos explicaron es que todo lo de Centroamérica está bloqueada, está cerrada. Guatemaltecos, salvadoreños, nicaragüenses, hondureños, no están entrando a los Estados Unidos. Estamos esperando que el Título 42 sea anulado».
En El Paso, Texas, números récord pasaron desapercibidos o fueron detenidos y liberados en las últimas semanas. En respuesta, la Guardia Nacional de Texas fue desplegada en la frontera esta semana.
Los refugios de la ciudad ya están llenos más allá de su capacidad, dejando poco tiempo para celebraciones festivas y muchos migrantes acamparon en las calles en un clima bajo cero.
Un poco de calor de hogar, a la espera de asilo
En un campamento, Daniel Morgan, residente de El Paso de 25 años, se presentó esta semana con un sombrero de Santa Claus y un suéter verde con lazos y pequeñas medias que esperaba «esparcir una sonrisa».
«Es un tema realmente complejo en el que no soy experto», indicó Morgan, mientras distribuía un lote de unos 100 dulces que había horneado. «Cristo vino al mundo para entregarse a nosotros, y para mí, esa es como toda la razón por la que bajé: dar a otras personas lo que tengo».
El Título 42 permite a Estados Unidos devolver a los migrantes a México o a ciertos países sin la oportunidad de solicitar asilo. Estaba previsto que terminara el 21 de diciembre antes del fallo judicial. Sin claridad sobre cuándo terminará, algunos funcionarios temen que sus ciudades puedan verse abrumadas si aparecen más migrantes.
