Guaidó quiere mudar embajada a Jerusalén
De la misma manera que lo han hecho otros líderes por pedido de Donald Trump
El líder opositor venezolano, Juan Guaidó, cometido un grave error en relación con el mundo árabe al anunciar su disposición a reubicar la embajada en Jerusalén, afirmó el embajador de Venezuela en Amman, Omar Vielma Osuna.
«Se ha formado un gobierno ilegítimo encabezado por Guaidó y cometieron un error imperdonable al decir que abrirían una embajada en Jerusalén, el mundo árabe se rebelará contra esta idea», afirmó el embajador.
Según Osuna, el nuevo modelo económico de Venezuela tiene como objetivo mostrar a los Estados Unidos que Caracas, junto con sus socios en el mundo árabe, puede hacer frente a la economía norteamericana.
«El nuevo modelo económico de Venezuela implica trabajar con oro, metales y otros productos, por lo que queremos cambiar las políticas económicas en el mundo y mostrarle al mundo que, junto con nuestros colegas en la región árabe, podemos resistir el embate estadounidense», añadió el embajador.
El mes pasado, Guaidó anunció planes para restablecer los lazos con Israel y no descartó la reubicación de la embajada como una medida para normalizar las relaciones bilaterales congeladas por Caracas en 2009 por los asesinatos en Gaza.
Anteriormente, el fiscal general venezolano Tarek Saab solicitó una investigación sobre el posible papel presidente de la asamblea nacional, en el sabotaje de la red eléctrica del país después de un devastador apagón que dejó a amplias zonas del país sin electricidad durante 6 días hace un par de semanas.
Guaidó parece seguir la línea descrita por Washington letra a letra
El legislador opositor venezolano y presidente interino Juan Guaidó ha dicho que «todas las opciones» permanecen en la mesa para obligar al gobierno de Maduro a renunciar, «hemos intentado todo en Venezuela, literalmente y siempre dentro de los límites de la no violencia: a través de protestas pacíficas, ejercitando nuestros derechos, a través de la insistencia”.
Pero también hay un sentimiento de frustración», comentó Guaidó, hablando al periódico El País. En una entrevista publicada el pasado jueves.
«¿Cómo se defiende un venezolano de un grupo armado? ¿O de grupos paramilitares que lo acosan constantemente? ¿O de un régimen que secuestra a las fuerzas armadas y les niega alimentos y medicinas?, aquí hay un dilema franco con respecto a la protección de los ciudadanos», agregó el líder oposior.
«Entonces, para nosotros, lo más responsable es discutir todas las opciones», afirmó, los comentarios se hicieron eco de los comentarios hechos por el presidente norteamericano, Donald Trump, quien indicó y desde entonces ha repetido incansablemente de que «todas las opciones» permanecían sobre la mesa para resolver la crisis venezolana.
Washington ha referido desde noviembre, pero sobre todo desde el 23 de enero, sobre el posible uso de la fuerza militar para derrocar al gobierno de Maduro, haciendo referencia a que todas las opciones se encuentran sobre la mesa.
Cuando se le preguntó si una intervención extranjera era una forma posible de eliminar al gobierno de Maduro, Guaidó afirmó que esta era una «opción controvertida» y que «99.9%» de las personas de todo el mundo elegirían la paz en lugar de la guerra.
«Lo que queremos hacer, de manera responsable, es cubrir todas las etapas para emerger de una dictadura y asegurar todo el apoyo necesario para proteger a nuestros ciudadanos», explicó.
Al citar la «mucha persecución» en las fuerzas armadas del país, Guaidó enfatizó que la oposición «espera que más» militares se unan a él y «se pongan del lado de la constitución» y en contra el gobierno de Maduro.
Guaidó, presidente de la casi desaparecida asamblea nacional de Venezuela, se declaró a sí mismo presidente interino a fines de enero, y fue reconocido inmediatamente por los Estados Unidos, Canadá y muchos de los aliados de Washington en América Latina y Europa.
El gobierno venezolano describió el movimiento de la oposición como un intento de golpe de estado, Rusia, China, Bolivia, Cuba, Irán, Siria y una docena de otros países rechazaron la oferta de adquisición de Guaidó e instaron a otras potencias a no inmiscuirse en los asuntos internos de Venezuela.
