Desde enero de este año se preparan las elecciones federales de México de 2018, denominadas oficialmente por el instituto nacional electoral, INE, como el proceso electoral federal 2017-2018, la fecha de tal evento será el 1ro. De julio de este año y en ellas se elegirán el presidente de la república, 128 senadores, 500 diputados federales y se estarán realizando simultáneamente elecciones locales en 30 estados de la federación.
Los mexicanos tendrán la oportunidad de elegir diversos cargos, en donde se incluyen los gobernadores de Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán, por lo que en Puebla y Veracruz se eligieron en 2016 gobernadores en un periodo de dos años con vistas a homologar estas elecciones a las de 2018, en total en toda la tierra azteca se votarán un total de 3326 cargos.
Esta información, ya es del dominio público, pero alguno se ha puesto a pensar si los candidatos llegaran a finalizar sus campañas, han analizado que tomando en cuenta la cantidad de asesinatos que han venido sucediendo en tierra mexicana, cada vez se tienen menos opciones para elegir, no sólo porque muchos de los candidatos pierden simpatía, sino porque los asesinatos a probables postulantes se acrecientan en la medida que se acerca la fecha.
Ya la campaña electoral se dirige a su recta final, pero cercada por un clima de incertidumbre y división, el pueblo de México encara día a día más y más noticias sobre corrupción en la que están vinculados las opciones a elegir, ilegalidades y crímenes electorales y aunque todos esperamos durante los tres debates que bien tuvieron a hacer los candidatos, entre ataques personales y acusaciones poco pudimos saber de sus programas de gobierno y del plan que tienen para los mexicanos.
¿Quién ve a México como lo vemos todos?
La fecha está cada vez más cerca el 1 de julio está a la vuelta de la esquina y no pocos temen que si gana la izquierda, que lidera Andrés Manuel López Obrador, la federación se convierta en un despropósito como les sucedió a muchos estados latinoamericanos en los que los gobiernos socialistas no terminaron en los mejores términos, con economías en recesión y problemas aún mayores.
Aunque superficialmente y como muestran las encuestas, son más los que perseveran en la idea que es específicamente lo que se necesita en la nación, lo que representa el cambio de timón, un desvío tremendo, un modelo que deshaga la hegemonía liberal de los últimos 30 años y que poco ha logrado en temas que de verdad son importantes como la seguridad, la desigualdad, el empuje a los medios de producción primarios y que abogue por lo que realmente es apremiante a la población.
O quizás entregarnos en manos Anaya y Meade, que no pueden imaginar hacia donde se dirigen, pues en el corazón llevan un discurso político plagado de tecnocracia y de la falta de imaginación, este no sería tampoco el camino del triunfo posible, porque mientras uno promete seguir por donde estamos, el otro nos ofrece a los mexicanos que con él alcanzaremos a ser un “e-México” pero sin explicar de qué se trata o como llegaremos allí y ya hemos comprado bastantes espejos a los conquistadores.
Pero este no debe ser el tema central de este artículo, lo que de veras impulsó a su confección es que desde que comenzó la campaña en México, no han dejado de aparecer en las primeras páginas de todos los diarios de importancia en la nación, titulares como estos: “Balean camioneta de candidato a alcaldía en Michoacán, La Razón 18/06/2018”; “Aumentan agresiones contra periodistas en México por elecciones, Informador 17/06/2018”; “Otras tres mujeres: Ya suman 110 políticos asesinados en México, RT 04/06/2018”, por citar algunas.
Y sin opciones viables y quedándose sin opciones, los mexicanos ahora se debaten en que opción tomar, la extraña, la igual o la insospechada, es cuestión de quien será menos malo o de quien será menos doloroso y nefasto para la nación y en los estados se sigue limitando las opciones, pero no por acción de la violencia desmedida, que si es una mala razón, sino de lo poco que ofrecen los aspirantes, frente al temor que los grupos beligerantes y el hampa común les deja.
El pasado 12 de junio, estudiantes de posgrado de la Universidad nacional autónoma de México, UNAM, emitieron un video en el que plantearon 73 preguntas dirigidas a los candidatos a la presidencia, que estos «no se atreven a responder», y manifiesta la necesidad apremiante de terminar con la «barbarie» que está acabando con el país.
Los educandos, se debatieron entre «¿Cómo es que dejaron que llegáramos a esta pesadilla? ¿Quién sacará a México de la barbarie? ¿Ustedes? ¿O seremos nosotras y nosotros mismos quienes debamos terminar con la larga noche de la tragedia mexicana, votemos o no, organizándonos?», afirmaron, «¿No fue su respuesta el fraude electoral y la compra de votos su forma de mantenerse en el poder? ¿No es grave que ese peligro siga vigente? ¿Podrían contradecirnos si decimos que ante la tragedia nacional su única respuesta ha sido campañas de lodo y la guerra sucia?», reprendieron.
A los interlocutores no les falta razón y estamos seguros de que los que se presentan a la elección, seguramente no tienen los pies bien puestos en sus botas, las del servicio decente y puramente abnegado, con la finalidad de ayudar a su pueblo, región o país, más bien están como diría un viejo adagio “por la moneda”.
Pero estamos seguro que si se mantiene la línea liberal o se transgrede la historia hacia un rumbo socialista, la posición que se tome con respecto a lo que en verdad atañe al pueblo mexicano, es lo que el pueblo mexicano quiere esperar y esperar desde su fe en el futuro, pues son muchos los que prefieren enfrentarse al drama del muro norteamericano, plagado de desapariciones y niños separados de sus padres, a quedarse en la tierra que los vio nacer y luchar por hacerla grande y prospera, pero para todos y no sólo para los políticos.
