La limitación de la generación Z
Los empleados de la generación Z carecen de exposición a las normas del lugar de trabajo que los preparan al éxito
De alguna manera, los empleados de la Generación Z están prosperando en el nuevo mundo del trabajo. Ingresan a la fuerza laboral en un momento en que la flexibilidad es común y la comunicación digital es omnipresente. Además, los empleados tienen la influencia de pedir a las empresas lo que quieren.
Al mismo tiempo, sin embargo, para la generación Z, los acuerdos de trabajo remoto se están dejando atrás a algunos trabajadores que comienzan su carrera. Muchas de estas preocupaciones giran en torno a la ausencia de los intangibles en el lugar de trabajo.
La falta de conversaciones casuales y observaciones informales que tradicionalmente enseñan a los empleados jóvenes cómo actuar. Inmersos en entornos virtuales, los trabajadores de la generación Z, se están perdiendo la oportunidad de captar señales vitales que guían el comportamiento, la colaboración y la creación de redes laborales.
«Se centra particularmente en la comunicación», explica Helen Hughes, profesora de la Escuela de Negocios de la Universidad de Leeds, Reino Unido. «Son cosas como entender las normas, los valores y la etiqueta. ¿A quién deberías llamar?, ¿Algunas personas están fuera de límites?»
Los empleados de la generación Z sin experiencia pueden exacerbar el estrés laboral en los entornos de trabajo virtuales
Este tipo de preguntas se respondieron rápidamente en entornos cara a cara. Un escritorio o una etiqueta rápida en la cocina de la oficina. Navegar por la política de la oficina también sería intuitivo, basado en señales sutiles pero tangibles: la disposición fija de los asientos tiende a indicar jerarquía.
El lenguaje corporal sugiere cuándo los colegas son más accesibles. «La comparación social es más difícil en un entorno remoto o híbrido: no puedes ver a todos a tu alrededor y tener una idea de cómo te va», afirma Hughes.
Pero, con los empleados de la generación Z que trabajan de forma remota. Un encuentro que alguna vez fue natural, ahora en remplazado por una capa adicional de difícil alcance. Que es inherentemente más complicada.
Hughes indica, que esto hace que incluso las tareas de trabajo mundanas sean más difíciles de lograr. «La falta de comunicación es fácil en un entorno virtual; Por ejemplo, inferir incorrectamente el tono de un correo electrónico. Puede haber una falta de comprensión de cuándo organizar una reunión. Esperar y crear una lista de preguntas, o tal ves, programar una llamada cada vez que se necesita algo».
Sin poder obtener señales de comportamiento de sus colegas en las oficinas, los empleados de la generación Z pueden tener dificultades para encontrar el equilibrio adecuado entre parecer demasiado ansiosos o ociosos, señala Hughes. «Pueden tener ansiedades más amplias sobre cuán visibles deben esforzarse por ser».
El resultado, es que muchos trabajadores de carrera temprana priorizan la impresión que causan en el trabajo. Lo que lleva a comportamientos como el presentismo y la dilación, en lugar de su desempeño laboral real. Estos, «pueden hacer demasiadas preguntas para parecer entusiastas. O no preguntar nada».
Esta falta de aprendizaje por ósmosis deja a los expertos preocupados. Por los empleados de la Generación Z, que no sientan el verdadero costo de estas circunstancias hasta más adelante en sus carreras.
