CentroaméricaPolítica

Imparable Bukele, se dirige hacia la reelección definitiva

"Inquebrantablemente leal": por qué Bukele de El Salvador está a punto de ser hacerse definitivamente on la reelección presidencial

El presidente de El Salvador, que ha gobernado con mano dura y con medidas populistas, busca la reelección para un segundo mandato en las elecciones del 4 de febrero, con el respaldo de la mayoría de los salvadoreños, que lo ven como un líder eficaz y carismático

Nayib se convirtió en un fenómeno político y social

Nayib Bukele es el presidente más joven y más popular de América Latina. A sus 42 años, tiene una aprobación del 90% entre los salvadoreños, según una encuesta de la Universidad Centroamericana (UCA) publicada en enero de 2024. Bukele, que se define como un “millennial” y un “outsider”, ha roto con el bipartidismo que dominaba la política salvadoreña desde el fin de la guerra civil en 1992, y ha creado su propio movimiento, Nuevas Ideas, que arrasó en las elecciones legislativas y municipales de 2021, obteniendo el control absoluto del Congreso y de la mayoría de las alcaldías. Bukele, que se presenta como un defensor de los pobres y de los jóvenes, ha implementado una serie de medidas populistas, como la entrega de bonos, la construcción de hospitales, la distribución de computadoras y la adopción del bitcoin como moneda legal.

Ha sabido conectar con la población salvadoreña, que lo ve como un líder eficaz y carismático, que ha logrado reducir la pobreza, la violencia y la corrupción, que han azotado al país durante décadas. Aprovecho su dominio de las redes sociales y de los medios de comunicación, donde se muestra cercano, divertido y provocador, para difundir su mensaje y su imagen, y para movilizar a sus seguidores, que lo llaman “el presidente más ‘cool’ del mundo”. Cultiva una estética juvenil y moderna, que contrasta con la de sus antecesores y sus adversarios, y que refleja su personalidad y su estilo de gobierno, que él mismo ha calificado de “dictadura perfecta” y de «monarquía absoluta».

La reelección, la democracia y al Estado de derecho

Sin embargo, el éxito y la popularidad de Bukele no han estado exentos de polémica y de crítica, tanto dentro como fuera de El Salvador. Bukele ha sido acusado de violar la Constitución, las leyes y los derechos humanos, y de atentar contra la democracia y el Estado de derecho, al concentrar todo el poder en sus manos y en las de sus aliados, y al eliminar o debilitar a los órganos de control y de contrapeso, como el Poder Judicial, la Fiscalía, la Procuraduría, la Corte de Cuentas y la Defensoría del Pueblo. Bukele ha sido denunciado por perseguir y hostigar a sus opositores y a sus críticos, entre ellos periodistas, activistas, académicos y líderes sociales, a los que ha calificado de “traidores”, “corruptos” y «enemigos del pueblo».

Es cuestionado por sus decisiones y sus acciones autoritarias y antidemocráticas, como la invasión del Congreso con militares armados en febrero de 2020. Para presionar por la aprobación de un préstamo para seguridad;. Además de la destitución de los magistrados de la Sala de lo Constitucional y del fiscal general en mayo de 2021. Por obstaculizar su gestión; la suspensión de las garantías constitucionales durante la pandemia. Una, que derivó en detenciones arbitrarias y violaciones de derechos humanos. Y la reforma constitucional que busca habilitar la reelección presidencial, que está prohibida por la carta magna.

Un escenario incierto y complejo para El Salvador

El Salvador se prepara para celebrar las elecciones presidenciales el próximo 4 de febrero, en las que Bukele busca su reelección. Siempre con el apoyo de la mayoría de los salvadoreños. Y es visto, como la única opción viable y confiable para el país. Bukele se enfrenta a una oposición débil y fragmentada. Aunque no ha logrado articular una propuesta alternativa ni una estrategia conjunta, y que ha sido marginada y deslegitimada por el oficialismo. Los principales candidatos opositores son Carlos Calleja, de la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), el principal partido de derecha. Hugo Martínez, del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), el principal partido de izquierda. Además de Johnny Wright Sol, de Nuestro Tiempo, un partido emergente de centro.

El Salvador se enfrenta a un escenario incierto y complejo, en el que se juega su futuro político, económico y social. En primer lugar, está la posibilidad de que Bukele consolide su proyecto de poder. Uno, que le ha dado resultados positivos en algunos aspectos. Pero, que también ha generado riesgos y amenazas para la democracia y el Estado de derecho. Por otro lado, está la posibilidad de que la oposición logre frenar el avance de Bukele. Le ha restado espacios y recursos a los sectores críticos y disidentes, pero que también ha despertado una resistencia y una movilización ciudadana. Por último, está la posibilidad de que surja una tercera vía. Una que ofrezca una alternativa de cambio y de diálogo, que supere la polarización y la confrontación, y que recupere los valores y los principios de la república.

Fuente
IndependentWeeklyPostCNNGaceta.Unam

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba
Translate »
error: