El satélite RemoveDebris colecta la basura espacial para la ESA

Los desechos espaciales deben ser removidos de la órbita advierte la agencia europea de investigación espacial, ESA, y es hora de comenzar a eliminarla activamente, pues los desechos espaciales de la órbita son un riesgo de desastre, el 23 de agosto los operadores de naves espaciales en el centro de control en Darmstadt, Alemania, notaron que un satélite insignia de observación de la Tierra, Sentinel-1A, había saltado repentinamente a una órbita ligeramente diferente y una orientación ligeramente diferente.

Más en serio, la energía eléctrica había disminuido y no volvía a la normalidad, la nave espacial solo estaba en su tercer año en órbita y al activar cámaras a bordo que se habían utilizado dos años antes para monitorear el despliegue de los paneles solares, los operadores encontraron el problema, que fue suficiente para hacer que la sangre de un ingeniero se enfriara, había un área dañada de 40 centímetros de ancho en uno de los paneles solares.

La nave espacial había sido golpeada por un pedazo de escombros espaciales, las siguientes simulaciones informáticas del daño indicaron que el panel solar había recibido un golpe desde atrás y que el tamaño del objeto impactante no era más que unos pocos milímetros, pero dio tal golpe que destruyó casi todo el panel, fue una suerte que los restos no fueran más grandes, pues si lo hubiera sido, todo el panel solar podría haberse destrozado y la misión habría terminado o peor aún, el escombro podría haber golpeado el cuerpo principal del satélite.

En promedio, hay una alerta de alto riesgo de una posible colisión cada semana, y cada satélite de la ESA debe ser maniobrado para evitar una colisión una o dos veces al año, «es solo una vida normal por ahora», comenta Krag, las estaciones de radar rastrean 18 mil objetos en órbita, de estos, solo el 7% son satélites operativos, el resto es basura espacial y el radar solo ve las cosas grandes.

Usando observaciones y modelos de computadora, Krag estima que hay alrededor de 5 mil objetos de más de 1 metro, 20 mil objetos de más de 10 cm, 750 mil de más de 1 cm, lo que se conoce como «balas voladoras», y la indemne suma de más de 150 millones de más de 1 mm, aproximadamente el tamaño de la pieza que dañó a Sentinel-1A.

Y no son solo los satélites los que están en riesgo, también lo son las vidas humanas, al igual que otros satélites, la estación espacial se ha mantenido fuera de peligro en el pasado, sin embargo, como se pudo observar en la película “Gravedad”, es escalofriante, si la alerta de colisión viene con menos de 24 horas de advertencia, no hay nada que se pueda hacer, pues los astronautas deben cerrar todas las escotillas entre los diversos módulos y luego esperar en su nave espacial Soyuz, listos para realizar una evacuación de emergencia a la Tierra si es necesario.

Pero está empeorado, las llamadas mega constelaciones de satélites están planificadas por compañías como One Web, Boeing, SpaceX y Samsung para brindar acceso a internet a todos los sectores del mundo, estos desvelarán más de diez mil satélites en órbita.

A modo de comparación, desde el lanzamiento de la primera nave espacial del mundo, Sputnik One, en 1957, solo se han lanzado 7 mil naves espaciales en total durante los 60 años de exploración del espacio, el escenario de pesadilla que contemplan los expertos en desechos espaciales se llama síndrome de Kessler, por el astrofísico estadounidense Donald Kessler que en 1978, mientras trabajaba para la NASA, publicó un análisis que mostraba que las colisiones frecuentes aumentaban exponencialmente la cantidad de desechos espaciales, lo que provocaba muchas más colisiones y generaba más desechos hasta que perdíamos el uso de ciertas órbitas porque cualquier cosa que pusiéramos allí ciertamente sería golpeado.

Krag, que mostró a la conferencia un gráfico de los fragmentos rastreados por radar, dijo que desde 2002, «el crecimiento ha entrado en la tendencia exponencial más temida», no puede haber absolutamente ninguna duda de que ha llegado el momento de hacer algo con respecto a los desechos espaciales, y esto es lo que los expertos han pasado discutiendo durante la semana y al concluir la conferencia, Jan Wörner, director general de la ESA, comprometió a la agencia a liderar las actividades para combatir los desechos espaciales.

Aunque parece que todo está perdido, ya se está haciendo algo

Un satélite lanzado desde la estación espacial internacional atrapó una pieza de basura espacial simulada en una red, cofinanciado por la comisión europea, el satélite RemoveDebris de 100 kg se lanzó a la estación en abril como carga en una misión de suministro, se desplegó desde la estación en junio, y el 16 de septiembre comenzó su fase experimental, lanzó un pequeño objeto para actuar como un satélite muerto y unos segundos más tarde le disparó una red.

La red se desplegó cuando alcanzó y luego se envolvió alrededor del objeto, la masa extra que proporciona la red ayudará a arrastrar el objeto hacia la atmósfera de la Tierra, donde se quemará, se espera que esto ocurra en las próximas semanas, los desechos espaciales son un problema urgente, por lo tanto, las agencias espaciales de todo el mundo están desarrollando técnicas para eliminar de la órbita los satélites antiguos y otras piezas de basura.

El proyecto fue liderado por el centro espacial Surrey, en la universidad de Surrey, del Reino Unido, y ahora llevará a cabo una serie de experimentos de eliminación de desechos espaciales, que incluyen arponear un objetivo, el despliegue de un objeto de prueba con una gran «vela de arrastre» y una prueba de navegación para practicar el encuentro con los restos espaciales.