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El polémico pacto final de la COP28

La cumbre del clima de la ONU concluyó con un acuerdo. Pero ¿Qué implica el pacto final y qué desafíos plantea para el futuro del planeta?

La COP28, la conferencia sobre el cambio climático de la ONU se celebró en Dubai, Emiratos Árabes Unidos, del 30 de noviembre al 12 de diciembre de 2023. La cumbre reunió a unos 70 mil participantes, entre líderes políticos, empresariales, sociales y ambientales. Estos, debatieron sobre las medidas necesarias para frenar el calentamiento global y adaptarse a sus efectos y firmaron un pacto final.

El objetivo principal de la COP28 era revisar y actualizar los compromisos de reducción de emisiones. Mismos, que los países presentaron en el marco del Acuerdo de París de 2015. Estos, buscan limitar el aumento de la temperatura media del planeta a 1,5 grados centígrados respecto a los niveles preindustriales.

Sin embargo, la COP28 también abordó otros temas clave. Entre ellos: la financiación climática, la adaptación, la pérdida y el daño, la transición energética, la cooperación internacional y la participación de la sociedad civil.

Después de dos semanas de intensas negociaciones, la COP28 logró aprobar un pacto final, denominado “Declaración de Dubai”. Este, recoge los principales acuerdos y compromisos alcanzados en la cumbre. El pacto fue calificado de “histórico” por el presidente de la COP28, el ministro de medio ambiente de Emiratos Árabes Unidos, Sultan Al Jaber. Este, destacó que se trata del “primer acuerdo climático universal que aborda todos los elementos del Acuerdo de París”.

El pacto final de la COP28.
En el acuerdo se insta a acelerar las medidas en este decenio, a fin de lograr la reducción neta a cero para 2050.

¿Qué contiene el pacto final de la COP28?

El pacto final de la COP28 contiene varios puntos importantes, que se pueden resumir en los siguientes:

  • Los países se comprometen a revisar y aumentar sus contribuciones nacionales determinadas. Son los planes de acción climática que cada país debe presentar cada cinco años. El pacto establece que los países deben presentar sus nuevas NDC antes de finales de 2024.
  • Los países desarrollados reafirman su compromiso de movilizar 100 mil millones de dólares anuales a partir de 2023. Para apoyar a los países en desarrollo en sus acciones de mitigación y adaptación al cambio climático. Crea un nuevo fondo de pérdida y daño, administrado por el Banco Mundial. Para ayudar a los países pobres a hacer frente a los impactos del cambio climático. Sequías, inundaciones, incendios o migraciones.
  • Los países acuerdan acelerar la transición hacia una economía baja en carbono y resiliente al clima. Impulsando el uso de las energías renovables, la eficiencia energética, la electrificación, el hidrógeno verde y la captura y almacenamiento de carbono. Reconoce la importancia de eliminar gradualmente los subsidios a los combustibles fósiles, así como de promover la innovación y la cooperación tecnológica.
  • Los países reconocen el papel de la sociedad civil: el sector privado, los gobiernos locales, los pueblos indígenas. Además de las mujeres, los jóvenes y otros actores no estatales en la acción climática, y se comprometen a facilitar su participación y empoderamiento. El pacto también destaca la necesidad de fortalecer la educación, la sensibilización, la capacitación y la movilización social sobre el cambio climático.
  • Los países acuerdan seguir el proceso del balance mundial, que es un mecanismo que permite evaluar el progreso colectivo. Hacia el cumplimiento del Acuerdo de París y ajustar las acciones en consecuencia. Establece que el primer balance mundial se realizará en 2024. Y, que se basará en la mejor ciencia disponible y en los principios de equidad y responsabilidad común pero diferenciada.

¿Qué críticas y desafíos plantea el pacto final de la COP28?

El pacto final de la COP28 ha sido recibido con una mezcla de esperanza y escepticismo a partes iguales. Si bien se reconoce el avance que supone el acuerdo, también se señalan sus limitaciones, contradicciones y desafíos.

El pacto es insuficiente e inconsistente para alcanzar el objetivo de 1,5 grados, según el informe de la ONU. No establece plazos ni metas concretas para la reducción de las emisiones. Dejando abierta la posibilidad de que algunos países sigan usando los combustibles fósiles:

Y estas son las críticas de la Declaración de Dubai

  • Es injusto e inequitativo para los países más vulnerables y afectados por el cambio climático. Este, no garantiza que los países ricos cumplan con su promesa de financiación climática, ni que se reconozca el principio de responsabilidad histórica. Además, no incluye medidas suficientes para apoyar la adaptación, la resiliencia y la compensación de los países pobres. Y, todo el que sufren las consecuencias de un problema que no han causado.
  • El pacto es ambiguo e impreciso en muchos aspectos. No define qué se entiende por “transición justa”, “neutralidad climática” o “cero neto”, ni cómo se medirán y verificarán las acciones y los resultados. Además, el pacto no aclara cómo se resolverán los posibles conflictos o incumplimientos entre los países, ni qué mecanismos de rendición de cuentas se aplicarán.
  • Requiere de una voluntad política y una cooperación internacional sólidas y sostenidas, que superen las diferencias y los intereses de los países. Para que se traduzcan en acciones concretas y coherentes. Depende de la participación y el compromiso de todos los sectores y actores de la sociedad. Para asumir su responsabilidad y contribuir a la solución del problema.
  • El pacto implica una transformación profunda y urgente de los sistemas económicos, sociales y ambientales. Pero, que implique un cambio de paradigma y de modelo de desarrollo. El pacto también supone un desafío para la innovación y la creatividad. Que permitan generar nuevas soluciones y oportunidades para el bienestar y el progreso de la humanidad.
  • El pacto plantea una oportunidad y una responsabilidad para la comunicación y la educación, que permitan informar, sensibilizar, movilizar. Para empoderar a la ciudadanía sobre el cambio climático y sus implicaciones. El pacto también representa un reto para la ciencia y la investigación, que deben seguir aportando evidencia, conocimiento y orientación para la acción climática.

En conclusión, el pacto final de la COP28 es un acuerdo polémico y complejo, que implica un paso adelante. Pero, también un riesgo de retroceso en la lucha contra el cambio climático. Se trata de un pacto que puede tener implicaciones para el futuro del planeta y de la humanidad. Pero, que requiere de una implementación efectiva, equitativa y participativa.

Fuente
CBS

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