Gobierno insta a ahorrar agua y energía en medio de la peor sequía
El gobierno brasileño reclama a los ciudadanos ahorrar agua y energía debido a la sequía más fuerte en 91 años. El país se afronta escasez de agua en las centrales hidroeléctricas de todo el país, señaló Bento Albuquerque, ministro de minas y energía.
«Para fortalecer nuestra seguridad energética es importante que, junto con los sectores del comercio, los servicios y la industria, la sociedad brasileña participe en estos esfuerzos”.
“El uso consciente y responsable del agua y la energía reducirá significativamente la carga sobre el sistema energético, así como la sequía y el costo de la energía generada», indicó el ministro.
Albuquerque señaló que la participación de las plantas hidroeléctricas en la generación de energía del país durante la sequía, disminuyó del 85% al 61%. Pero destacó la importancia del consumo responsable.
Por segundo año consecutivo la sequía ha golpeado a Brasil
Más temprano, la agencia brasileña de energía eléctrica advirtió sobre el muy bajo nivel de agua en los embalses. Debido a la sequía habrá una situación negativa en el futuro.
La sequía a creado la necesidad de aumentar la generación de energía con el uso de otras fuentes de energía. Pero la baja cota de los embalses, causa la necesidad.
El director general del operador Nacional de la red eléctrica de Brasil explicó que las precipitaciones para la temporada tradicionalmente lluviosa de Brasil fueron las más bajas en dos décadas.
«Lo bueno es que, con las temperaturas estacionales más bajas, la carga de la demanda disminuye. Pero estamos obteniendo tanta generación térmica como podemos», comentó Ciocchi.
Incluso antes de las lluvias récord de Brasil, los científicos y activistas en el país estaban haciendo sonar la alarma sobre los peligros de la sequía causada por la deforestación.
«Hemos tenido dos meses con mucho fuego. Ya es peor que el año pasado», advirtió en octubre de 2020, Ane Alencar, directora científica del instituto de investigación ambiental de la Amazonía de Brasil.
«Podría empeorar si la sequía continúa. Estamos a merced de la lluvia». Un análisis reciente del proyecto me monitoreo de la Amazonía Andina detalla que unos 430 mil acres de la selva amazónica han sido talados en 2021.
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