Bolivia sufre una ola de incendios forestales
Más de un millón de hectáreas han sido consumidas por incendios forestales en Bolivia en lo que va de año, el gobierno declara la emergencia
Bolivia vive una de las peores temporadas de incendios forestales de su historia, que ha afectado a más de un millón de hectáreas de bosques, pastizales y cultivos en todo el país. Según el último reporte del Ministerio de Medio Ambiente y Agua, hasta el 15 de noviembre se registraron 24 mil focos de calor, de los cuales 2 mil permanecen activos.
El gobierno ha declarado la emergencia nacional y ha movilizado a más de 5 mil efectivos entre militares, policías, bomberos y voluntarios para combatir el fuego.
Los incendios forestales en Bolivia son un fenómeno recurrente que se produce cada año entre agosto y octubre, coincidiendo con la época seca y la práctica del chaqueo, una técnica ancestral de tala y quema de vegetación para preparar la tierra para la siembra.
Sin embargo, este año la situación se ha agravado por varios factores, como la sequía, las altas temperaturas, los fuertes vientos, la falta de prevención y control, y el avance de la frontera agrícola y ganadera.
Los departamentos más afectados por los incendios forestales son Santa Cruz, Beni, La Paz, Cochabamba y Chuquisaca, que albergan una gran diversidad de ecosistemas y especies
Según la organización ambientalista WWF, los incendios han puesto en riesgo a más de 1 mil 200 especies de fauna y flora, muchas de ellas endémicas y amenazadas, como el jaguar, el oso andino, el cóndor, la paraba militar, el tití leoncito o la palma janchicoco.
Los incendios también han tenido un impacto negativo en la salud pública, ya que el humo y las cenizas han afectado la calidad del aire y han provocado problemas respiratorios, oculares y cutáneos en la población.
Según el Ministerio de Salud, más de 100 mil personas han requerido atención médica por estas causas, especialmente niños, ancianos y personas con enfermedades crónicas. Además, los incendios han causado daños materiales, pérdidas económicas y desplazamientos forzados en varias comunidades rurales e indígenas.
Ante la magnitud de la emergencia, el gobierno del presidente Luis Arce ha solicitado la cooperación internacional para enfrentar los incendios. Varios países, como Argentina, Brasil, Chile, Estados Unidos, Francia y Rusia, han enviado ayuda humanitaria, equipos, expertos y aviones cisterna para apoyar las labores de extinción.
Asimismo, el gobierno ha anunciado la creación de un fondo de 100 millones de dólares para la prevención, mitigación y recuperación de las áreas afectadas por los incendios.
Los incendios forestales en Bolivia son una muestra más de los efectos del cambio climático y de la deforestación en la región, que también ha sufrido graves incendios en países como Brasil, Colombia, Paraguay y Perú.
Según un informe de la ONU, América Latina y el Caribe es la región más vulnerable al cambio climático, y necesita una acción urgente y coordinada para reducir sus emisiones, proteger sus ecosistemas y adaptarse a los impactos ya inevitables.
