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Alcances de los ODS, objetivos por la igualdad y la desigualdad (IV)

Los ODS 5 y 10, abordan temas como la desigualdad económica, social y política y la disparidad de géneros

Los ODS conllevan un espíritu de colaboración y pragmatismo para elegir las mejores opciones con el fin de mejorar la vida, de manera sostenible, para las generaciones futuras. Proporcionan orientaciones y metas claras para su adopción por todos los países en conformidad con sus propias prioridades y los desafíos ambientales del mundo en general.

Se tratan de temas inclusivos, que abordan temas de interés general y que afectan a toda la sociedad en todo nivel, sin importar la precedencia, ni la procedencia y se centran en las causas fundamentales y lo que nos une para lograr un cambio positivo en beneficio de las personas y el planeta.

Los ODS se pusieron en marcha en enero de 2016 y seguirán orientando las políticas y la financiación del programa de la ONU para el desarrollo, el PNUD, durante los próximos 15 años, en su calidad de organismo principal de las Naciones Unidas para el desarrollo, el organismo está en una posición única para ayudar a implementar los ODS y llegar a sus metas a través del trabajo en unos 170 países y territorios.

El plan estratégico se centra en esferas claves, incluidas la mitigación de la pobreza, la gobernabilidad democrática y la consolidación de la paz, el cambio climático y el riesgo de desastres, y la desigualdad económica.

ODS para la Igualdad.
Según datos de la Oxfam, el 82% de la riqueza mundial generada durante 2017 fue a los bolsillos del 1% más rico de la población, mientras el 99% más pobre 7 millones de personas, no recibió nada de dicho crecimiento o como es peor pensar, se ha repartido en 18% restante.

Aun en el siglo XXI la brecha entre géneros sólo es la muestra de la desigualdad generalizada

Aunque suena muy sencillo, parece que lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y niñas en sociedades tan disimiles como las asiáticas y las occidentales puede ser un camino titánico, y la posibilidad de erradicar todas las formas de discriminación contra el género femenino a todo nivel se ha convertido en uno de los ODS más difíciles de alcanzar.

En muchas culturas existen formas de violencia contra mujeres y niñas en las esferas públicas y privadas, incluida la trata y la explotación sexual y de otro tipo como la esclavitud moderna, pero estas prácticas tan prácticas dañinas, como el matrimonio infantil, precoz y forzado y la mutilación genital femenina, están tan arraigadas en la cultura, que ni siquiera se aprecian como un problema, por lo que tratar de eliminarlas, no se ve como una meta.

Reconocer y valorar el cuidado no remunerado y el trabajo doméstico a través de la prestación de servicios públicos, las políticas de infraestructura y protección social y la promoción de la responsabilidad compartida dentro del hogar y la familia según corresponda a nivel nacional, pudiese dar el valor necesario a la mujer, para lograr emprender su propia emancipación, lo que conllevaría a asegurar su participación plena y efectiva en igualdad de oportunidades para el liderazgo en todos los niveles de toma de decisiones en la vida política, económica y pública.

Pero para 2018 ONU Mujeres, mantenía que los ODS, estaban lejos de encontrarse encaminados y sólo el 0.99% de la población femenina, habría logrado algún tipo de inclusión y aunque se puede observar en muchos niveles que la participación de ellas en la vida política, económica y social, es cada vez mayor, en la mayoría de los casos solo es una inclusión falsa y meramente mediática, sólo en ciertas ocasiones como se ve en Latinoamérica y en algunos países de Eurasia, esta participación es real y comprobable, pero sólo a nivel político, pues no se han hecho avances en el tema cultural o económico.

Reducir la desigualdad dentro y entre los países

En un mundo cada vez más inmerso en conflictos de toda clase y a todo nivel el objetivo de la desigualdad interna e inter política es muy impreciso de evaluar; aunque muchos países han logrado cumplir en el crecimiento de sus ingresos en más del 40% planteado, estos ingresos extraordinarios en sólo dos o tres casos se destinaron a mejorar en el bienestar de los más desprotegidos, por el contrario estos han ido a formar parte del engrosamiento de la brecha de desigualdad.

Este hecho no se centra en las economías y políticas internas, pues desde el 2016, se emprendieron nuevas maneras y formas de acción económica y comercial que parten desde los países más desarrollados, para canibalizar recursos de países bajo su dominio y otros con cuyos gobiernos no se tienen buenas relaciones, sanciones económicas, bloqueos comerciales, embargos arbitrarios y depredación, son las únicas metas que al parecer se mantienen dentro de las agendas.

Y en casos como el FMI, banco mundial y hasta en el banco europeo, las políticas adoptadas nunca han sido orientadas al bienestar de países más desprotegidos, por el contrario, en casos como la banca central de la euro zona, estos recursos siempre se han encaminado a la protección de los entes financieros, en detrimento de los propios ciudadanos y de sus relaciones comerciales y económicas con los gobiernos vecinos.

Fuente
ONU

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