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Alcances de los ODS, objetivos para el desarrollo industrial y del trabajo (VI)

Los ODS 8 y 9, Abogan por el trabajo y el desarrollo social e industrial

En el último cuarto de siglo, la cantidad de trabajadores que viven en condiciones de pobreza extrema ha disminuido drásticamente, pese al impacto de la crisis económica de 2008 y las recesiones globales y en los países en desarrollo, la clase media representa hoy más del 34% del empleo total, una cifra que casi se triplicó entre 1991 y 2015, sin embargo, mientras la economía mundial continúa recuperándose presenciamos un crecimiento más lento, muy por debajo de los ODS.

El aumento de las desigualdades y un déficit de empleos para absorber la creciente fuerza laboral, están muy por debajo de los ODS planteados y a pesar de algún esfuerzo la OIT, dice que en 2015 había más de 204 millones de personas desempleadas, cifra que no ha parado de crecer, luego de la explosión de la burbuja financiera, muchas empresas a nivel mundial desaparecieron y sus empleados entraron al creciente número de estadísticas.

Esta crisis laboral que comenzó en 2012, está íntegramente ligada a la falta de inversión en infraestructura y la pérdida de la innovación, pues estos son motores fundamentales del crecimiento y el desarrollo económico, un ejemplo claro es que con más de la mitad de la población mundial viviendo en ciudades, el transporte masivo y la energía renovable son cada vez más importantes y necesarios, ergo, el crecimiento de nuevas industrias y de las tecnologías de la información y las comunicaciones asociadas a la economía.

A pesar que los avances tecnológicos también son esenciales para encontrar soluciones permanentes a los desafíos económicos y ambientales, en los ODS, la oferta de nuevos empleos y la promoción de la eficiencia energética, productiva y de industrialización, son las formas más importantes para facilitar el desarrollo sostenible como lo son la inversión en investigación e innovación científica.

ODS por el Trabajo y la Industria.
Más de 4 mil millones de personas aún no tienen acceso a internet, de ellos 90% proviene del mundo en desarrollo, reducir esta brecha digital es crucial para garantizar el acceso igualitario a la información y el conocimiento, y promover la innovación y el emprendimiento industrial.

Trabajo, ciencia e industria deben ser los motores de los ODS

La infraestructura básica, como las carreteras, las tecnologías de la información y la comunicación, el saneamiento, la energía eléctrica y el agua, sigue siendo escasa en muchos países en desarrollo y hasta ahora el 16% de la población mundial no tiene acceso a redes de banda ancha móvil o simplemente a internet, para muchos países africanos o latinoamericanos, sobre todo en los países con menores ingresos, las limitaciones en materia de infraestructura afectan la productividad de las empresas en alrededor del 40%.

Por lo que dentro de los ODS, la proporción mundial del valor agregado manufacturero en el PIB y aunque este aumentó del 15,2% en 2005 al 16,3% en 2017, impulsado por el rápido crecimiento de las industrializaciones en Asia y Europa, el efecto de multiplicación del trabajo de la industrialización no ha tenido un impacto positivo en la sociedad, pues cada trabajo en la industria, debería crear 2,2 empleos en otros sectores.

Las pequeñas y medianas empresas que se dedican al procesamiento industrial y la producción manufactura son las más críticas en las primeras etapas de la industrialización y, por lo general, son los mayores creadores de empleos, pues constituyen más del 90% de las empresas de todo el mundo y representan entre el 50 y el 60% del empleo.

No obstante, en los últimos dos años, se ha acrecentado una brecha tecnológica, que ha traído como consecuencia, la pérdida de muchas empresas artesanales, de esas que crean recursos primarios y que son el fundamento y base de la industrialización, más aún, la brecha salarial de género en todo el mundo se sitúa en el 23% y, por lo que se necesitarán otros 68 años para lograr la igualdad salarial.

A pesar que la tasa de participación de la mujer en la población activa es del 63%, mientras que la de los hombres es del 94% y a pesar de su creciente presencia en la vida pública, las mujeres se siguen haciendo cargo 2,6 veces más del cuidado de personas no remunerado y del trabajo doméstico que los hombres y entre 2016 y 2030, se necesitan 470 millones de puestos de trabajo en todo el mundo para aquellos que van a acceder por vez primera al mercado laboral, puestos y tiempo que no tenemos, ni estamos creando.

Fuente
ONU

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