El gobierno desvela trama de espionaje en suelo neogranadino
Muchos se imaginarán que se trata de una broma para el día de los inocentes. Pero se trata de una increíble y patética realidad. El gobierno colombiano, ha hecho un escándalo por haber descubierto a un par de espías rusos, que trabajaban para la embajada de a que no adivinan donde, Pues la embajada rusa.
Este chiste periodístico es una oda a la mediocridad de un medio, que antes fue referencia en el país. La revista Semana, que ahora lidera Vicky Dávila, lanzó a las llamas la noticia de la captura de unos soplones rusos, a través de una nota, algo burlesca, por Twitter.
La noticia oficial, se refiere a dos funcionarios de negocios de la embajada rusa, apostados en Bogotá. A quienes se les deportó, por que sus actividades eran incompatibles a sus obligaciones. Lo que quiere decir que, iban investigando posibles nichos de mercado para Rusia.
No obstante, los más grandes medios de Colombia, afirman, que se comportaban como espías, caminaban como espías, se vestían de espías y hablaban como espías. Por consiguiente, eran espías rusos.
Los espías rusos, buscaban dar cuenta de nichos en donde poder colocar servicios y productos rusos, lo dicho, cosas de espías
Los dos diplomáticos rusos, Aleksandr Nikolayevich y Aleksandr Paristov, fueron acusados, no de espionaje, sino de una conducta inapropiada a sus funciones. Los funcionarios se encargaban de buscar mercado a la tecnología y el armamento ruso.
Cabe hacer referencia, que Colombia posee una flotilla de helicópteros rusos, comprados al gobierno de Putin. El gobierno, negó rotundamente las acciones de los supuestos espías rusos, y señaló acciones reciprocas contra dos diplomáticos colombianos en su país.
Uno de los oficiales de la operación Enigma, con la que se descubrió a los soplones rusos, indicó que, al parecer, 23 funcionarios entraron a espiar desde 2006. Aunque no se ha detallado la manera de hablar o de caminar de los espías, los funcionarios colombianos y al menos tres medios, señalaron esas características como delatoras.
