Las naciones unidas convocan conversaciones mientras aumenta el número de fallecidos
Las confrontaciones violentas, los bloqueos de carreteras causan escasez de suministros mientras Añez se mueve para revisar las políticas de la era de Morales. Funcionarios bolivianos afirman que el enviado de la ONU a puesto al gobierno de la presidenta interina del país andino y a los partidarios del líder autoexiliado Evo Morales en conversaciones para resolver la crisis que ya se ha cobrado 23 vidas y está causando escasez de alimentos y combustible.
El funcionario indicó que las negociaciones propuestas por Jean Arnault involucrarían a legisladores del partido de Morales, grupos movilizados y representantes de la líder interina Jeanine Añez y serían mediados por la ONU y la iglesia católica.
Bolivia permanece en el limbo una semana después de que Evo Morales, el carismático líder que sacó al país de la pobreza, fue obligado a renunciar por presiones internas desde el ejército y la policía, por medio de acusaciones de manipulación de votos, los legisladores aún no han acordado una fecha para nuevas elecciones.
Morales huyó a México el martes, pero sus partidarios de las regiones mayoritariamente agricultoras de la nación andina han salido a las calles, a veces armados como pueden, cerrando carreteras, en medio de escaramuzas con las fuerzas de seguridad.
Algunos han exigido la renuncia de Añez, un ex legislador conservador, que ya ha comenzado a revisar las políticas de la era de Morales, incluso mientras afirma negociar con la oposición, los partidarios de Morales le han dado una fecha límite de medianoche de hoy para retirarse y han convocado elecciones en 90 días, esta vez con la venia de la ONU.
Peter Siavelis, presidente de ciencias políticas en la universidad de Wake Forest en los Estados Unidos, indicó que las acciones de Añez solo habían empeorado las divisiones ya profundas del país, por lo que la acción conciliadora de la ONU es la más acertada.
«Añez llegó al poder en un momento en que Bolivia necesita reconciliación, negociación y trabajo entre las dos partes», señaló Siavelis desde Nueva York. «Pero lo que ella ha hecho es hacer una serie de acciones simbólicas que han irritado la grieta, han profundizado las divisiones y han puesto a las personas en sus posiciones».
Los bolivianos esperaban en largas colas en las calles de La Paz, en busca de pollo, huevos y combustible para cocinar mientras las carreteras bloqueadas, y las aisladas ciudades enfrentan un estado de sitio y escasez forzada.
La ONU instaló las mesas de negociación con la participación de todos los actores de la crisis
La oficina de la ONU en Bolivia informó de la instalación inmediata del diálogo nacional con tres objetivos: pacificar al país, definir los acuerdos para la convocatoria de nuevas elecciones generales y alcanzar un consenso para elegir un nuevo tribunal supremo electoral.
El ministro de la presidencia, Jerjes Justiniano, señalo a los periodistas que el gobierno de Añez había establecido un «puente aéreo» para abastecer a La Paz, utilizando aviones para evitar las barricadas y confirmó que los funcionarios esperaban hacer lo mismo con otras ciudades sin suministros.
Debido a los obstáculos, el combustible se ha vuelto escaso y muchos de los barrios más pobres de La Paz se han visto obligados a cocinar con leña, «espero que las cosas se calmen», comentó Josué Pillco, un trabajador de la construcción de un distrito de la clase trabajadora de la capital, «no estamos obteniendo comida ni gasolina».
Por su parte, la alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, indicó que ha desplegado una misión técnica para recabar información sobre el estado de esas garantías en Bolivia, en un tweet de la oficina para América del sur de ONU, de los derechos humanos señala que ese equipo “contribuirá a esclarecer hechos de violencia” y agrega que ya se han producido reuniones con actores nacionales bolivianos.
Los líderes de la comunidad alineados con Morales en El Alto el domingo convocaron a una huelga general para aumentar el espectro de nuevos déficits de suministro en la capital cercana, por su lado Añez aceptó nuevas elecciones, pero también se movió rápidamente para implementar cambios en las políticas nacionales y extranjeras.
El viernes, Añez solicitó a los funcionarios venezolanos bajo el líder izquierdista del país, Nicolás Maduro, que abandonaran el país y también acusó a Cuba, una vez un aliado cercano, de avivar los disturbios tras la renuncia de Morales, la administración de Añez el domingo también cambió el nombre del periódico estatal a «Bolivia», que Morales había llamado «cambio».
Las violentas protestas del viernes en Cochabamba, una región cocalera y fortaleza de los partidarios de Morales, dejaron al menos nueve personas muertas, indicaron las autoridades, el defensor del pueblo local en la región señaló que la policía usó munición real contra los manifestantes, lo que provocó denuncias de abusos contra los derechos humanos por parte de las fuerzas de seguridad al mando de Añez.
