¿La crisis mundial de la cerveza?

De las bebidas alcohólicas más consumidas en el mundo, el segundo puesto lo figura la cerveza con un 36% del consumo mundial, ya que esta es la favorita en países como Alemania, Polonia, Australia, Argelia, Egipto, Estados Unidos, México, Brasil y Colombia, pero el aumento de las sequías y las olas de calor podrían tener un efecto devastador en las existencias de cebada y en los precios de la cerveza.

Primero, había demasiada lluvia, una tormenta inoportuna azotó los campos de cebada en Montana, hogar de más de una quinta parte de la cosecha de cebada del país, y el agua arruinó las frutas doradas, apenas unos años después, una ola de calor seco arrugó los granos y dobló las plantas, la escasez resultante disparó el precio de la cebada de alta calidad a través del techo, presionando tanto a los agricultores como a algunos de sus clientes clave: los cerveceros.

Esta tendencia se ha extendido a todo el mundo, incluso si no notó las fluctuaciones en el precio de la cerveza después de los años 2014 y 2017, los consumidores probablemente lo harán en un futuro próximo, pues el cambio climático hará que los eventos extremos, como las sequías prolongadas y las olas de calor, sean más graves y frecuentes, explica Steven Davis, un científico de sistemas terrestres en la universidad de California en Irvine.

La situación, a su vez, podría hacer que la cerveza, de la que la gran mayoría de la cual se elabora con cebada, sea increíblemente cara, según los resultados del estudio que Davis y su equipo de investigación publicaron el lunes en Nature Plants, para entender cómo el cambio climático a precios exorbitantes podría hacer que la bebida alcohólica más popular del mundo, los científicos construyeron tres modelos globales: El primero es uno estándar para predecir cómo cambiará el clima de la Tierra bajo diferentes escenarios de emisiones de gases de efecto invernadero que «nos dicen qué tan frecuentes y serán eventos severos de calor y sequía concurrentes «, afirma Davis.

«Alimentamos los datos a un modelo de cultivo que dice cómo una planta de cebada se desempeñará en ciertas condiciones y áreas ambientales». los datos producidos por esos dos modelos entraron en el tercero: un modelo económico que predice los cambios de precios en la cerveza cuando la cebada Los suministros disminuyen.

Davis usó estos modelos para calcular los resultados para cuatro diferentes escenarios de calentamiento, en los que la temperatura global aumenta hasta 1.7, 2.6, 3.1 o 4.8 grados Celsius para 2100 y los resultados dicen que los rendimientos de la cebada sufrirán entre un 3 y un 17%, lo que a su vez, podría elevar el precio promedio de la cerveza en un 15% en el próximo siglo en el mejor de los casos, «en los eventos climáticos más severos», comenta Davis, «los precios de la cerveza básicamente se duplican».

Sin embargo, no todos los países sufrirán por igual, según Ariel Ortiz-Bobea, economista de la universidad de Cornell que no trabajó en el mercado, aumentará el precio local de la cerveza en los próximos años debido a los fenómenos meteorológicos extremos, «en Francia, la gente puede beber más vino», dice, “entonces, si la cerveza se vuelve más cara, la demanda caerá más allí que en Alemania, si le encanta la cerveza y se vuelve más costosa, tendrá que encontrar el dinero».

La cerveza como símil, sólo demuestra que el mundo está cambiando

Según el estudio, el país que más ve la mayor amenaza para sus hábitos de consumo es Irlanda, donde el peor escenario estima que el salto de precio equivalente al valor de 19 dólares hoy para un paquete de seis paquetes fríos después de un año malo, Davis dice que el modelo de su equipo podría realmente pintar una imagen que es más rosada que la realidad.

Por un lado, la cerveza también se basa en otro producto agrícola, el lúpulo, que puede tener sus propios choques provocados por el cambio climático y para empeorar las cosas, «sabemos que la calidad de los granos también disminuye en condiciones extremas», señala, «por lo tanto, el sabor y la calidad de la cerveza también podrían disminuir».

Estos nuevos datos son solo las últimas evidencias que sugieren cuánto cambio climático puede alterar la vida diaria real en el siglo XXI, argumenta Camilo Mora, un científico del clima en la universidad de Hawai en Mānoa, “¡estamos hablando de cerveza!, lo que es bastante triste», afirma, «para los estadounidenses, esto es personal debido a la cantidad de cerveza que se bebe allí».

Y para aquellos que consideran su profesión la cebada, como los granjeros, los barmans y los cerveceros, Mora dice que los fenómenos meteorológicos extremos tendrán consecuencias graves, «usted tiene esta cadena de personas que dependen de este cultivo no tanto para beber, sino también para su sustento», pero las cosas solo van a ir cuesta abajo desde allí, dice Ortiz-Bobea, otra investigación sugiere que los productores agrícolas en general lucharán por mantener los rendimientos a medida que llueve el cambio climático, lo que es más destructivo y frecuente en los desastres, y mientras tanto la población mundial y los apetitos continuarán creciendo.

“Si seguimos exigiendo más productos agrícolas, cebada para cerveza, maíz, trigo, y los rendimientos y la productividad no aumentan, convertiremos los pastizales o bosques en granjas”, eso, a su vez, podría alimentar más emisiones, reducir los sumideros de carbono y acelerar el cambio climático. «Sí, es un círculo vicioso», alerta.

Proteger a las granjas del mundo de desastres es un desafío monumental, afirma Ortiz-Bobea, «una cosa es adaptarse a un clima que cambia gradualmente», señala, pero es poco probable que ese sea el caso, pues el cambio climático probablemente hará que cada año sea diferente al anterior, cada uno con sus propias condiciones impredecibles y potencialmente brutales.