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Los nuevos desafíos de la ONU en 2022

Los desafíos del organismo crecen, pero no el presupuesto para afrontarlos

El presupuesto de las Naciones Unidas no está creciendo, pero los desafíos a los que se enfrenta sí lo están. Al iniciar su sesión anual de alto nivel de la asamblea general, la organización de 193 miembros intentará unificar a una comunidad internacional golpeada por una pandemia mortal.

Los desafíos, no sólo los presenta el coronavirus. Lo que se tiene que afrontar ahora es, la recuperación económica mundial desequilibrada. Y que solo está empeorando la división entre los que tienen y los que no tienen en el mundo.

La ONU ha visto su parte de desafíos en los últimos años: el estancamiento del consejo de seguridad en Siria; una crisis de refugiados y migrantes sin precedentes; una crisis de salud global que descontrolada; y los recortes de fondos paralizados por Donald Trump.

El Covid-19 continúa devastando a los países desarrollados y en desarrollo a medida que crece la demanda de más ayuda financiera. Sin enumerar, las vacunas y una voz unificadora y guía para sacar a todas las naciones de los peligros de la pandemia.

Desafíos de la ONU.
La ONU mientras, continúa haciendo sonar la alarma sobre la desigual recuperación económica mundial y del acceso a las vacunas. Y a medida que algunos países están apretando sus bolsillos, la demanda de ayuda de la ONU solo está creciendo.

El 2022 presenta mayores desafíos para la ONU, pero menores ingresos para afrontarlos

El coronavirus seguramente es el pilar principal del mensaje del secretario general de la ONU, Antonio Guterres. Y pidió una mayor unidad entre los estados miembros de la ONU. No sólo para los países desarrollados con los medios, sino, para que las vacunas y la ayuda a las naciones pobres artos de desafíos.

El pasado año, al presentar el presupuesto de casi 3 mil millones de dólares de la ONU para 2021, sufrió, una reducción neta del 2,8 por ciento con respecto a 2020. Guterres advirtió a los estados miembros que se le pedía a la organización que hiciera más con menos y que luchaba por cumplir su mandato.

«Nos estamos viendo obligados a operar no sobre la base de una dirección estratégica. Sino más bien sobre la disponibilidad de efectivo, lo que socava la implementación del mandato», afirmó Guterres.

En los 11 meses transcurridos desde entonces, los desafíos de la ONU no disminuyeron. Ahora, obtuvo cierto alivio presupuestario bajo la nueva administración estadounidense del presidente Joe Biden. Una administración estadounidense más amigable.

El ex presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, puso patas arriba esa relación simbiótica de décadas al cerrar los grifos de financiación. Su administración retiró fondos del presupuesto básico de la ONU, así como de algunas de sus agencias, incluido el fondo de población de las Naciones Unidas.

Trump, también retiró las ayudas, para la agencia de obras públicas y socorro de las Naciones Unidas que brinda ayuda a los palestinos y la organización mundial de la salud en medio de una pandemia mundial.

Se puede argumentar y esperar, que afrontando estos desafíos globales, dado que Estados Unidos ahora tiene alrededor del 15% del PIB mundial, su contribución a la ONU debería ser menor y que otros países, por ejemplo, China, deberían aumentar su esfuerzo.

La ONU está mirando ahora, el barril boca abajo, sobre algunos desafíos de gran tamaño. Desde la pandemia hasta el cambio climático y el logro de sus objetivos de desarrollo sostenible, dentro de su ambicioso calendario.

Fuente
ONUFAOACNUR

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