Fueron culpados de agresión 5 meses luego del asedio en Washington
El periodista Max Blumenthal fue arrestado por cargos de asalto que data del asedio de la oposición venezolana a la embajada de Venezuela en Washington, DC, en abril y mayo, su compañera de labores y cofundadora de Code Pink, Medea Benjamin, otra activista que defendió la embajada, afirmó que la medida era un esfuerzo para castigaros por oponer resistencia al intento de golpe respaldado por Estados Unidos.
«No participé en ninguna acción violenta en la embajada de Venezuela», indicó Blumenthal en un comunicado el día de hoy, «Este reclamo desmentido de simple asalto es simplemente falso», el escritor y editor de The Grayzone fue llevado a una camioneta de la policía desde su casa en Washington, DC, en lo que el periodista Ben Norton indicó que parecía «una redada al estilo SWAT».
Blumenthal fue encadenado durante horas en varias celdas y jaulas con otros reclusos, solo para enterarse de que había sido acusado de asalto, un delito menor, originado por un incidente ocurrido, hace 5 meses atrás, frente a la embajada de Venezuela en Washington, DC.
Una testigo familiarizada con el caso le informó a The Grayzone que la orden de arresto de Blumenthal había sido rechazada inicialmente, solo para ser revivida cinco meses después sin que el acusado lo supiera, «este cargo es una mentira 100% falsa, fabricada, falsa y maliciosa», señaló Blumenthal.
«Es claramente parte de una campaña de persecución política diseñada para silenciarme a mí y a The Grayzone por nuestro periodismo basado en hechos que expone los engaños, la corrupción y la violencia de la extrema oposición venezolana», añadió.
“Intentamos defender el derecho internacional. Es por eso que estábamos en la embajada, y eso es lo que Estados Unidos ha estado violando”, explicó Benjamin, cofundador del grupo activista contra la guerra Code Pink, en un programa radal.
Code Pink ayudó a formar el colectivo de protección de la embajada en abril de 2019, junto con la coalición ANSWER, la resistencia popular y la alianza negra para la Paz, «simplemente animaría a sus oyentes a apoyar a Max Blumenthal en sus tribulaciones, pero también a tratar de detener el golpe de estado en curso en Venezuela», acotó Benjamin a sus interlocutores.
Max Blumenthal ha estado liderando una campaña contra los opositores del régimen de Maduro y sus oscuros manejos
El colectivo de protección de la embajada defendió a la embajada venezolana durante 37 días, durante aproximadamente la mitad de los cuales los activistas se dividieron entre los asediados dentro del edificio y los de afuera, a quienes se les impidió ingresar a la estructura o llevar comida, agua, medicamentos y otros suministros al interior.
En ocasiones, más de 100 personas de la oposición venezolana, se encontraban fuera de la embajada, que estaba repleta de venezolanos que huyeron a los EE.UU., después de que el gobierno socialista de Hugo Chávez llegara al poder en 1998, marcando el comienzo de un gobierno que no les era amigo en Venezuela por primera vez.
Periodistas y activistas documentaron las tácticas abusivas de la oposición fuera de la embajada, que la policía estadounidense permitió incluso manteniendo un aire de neutralidad, tácticas que incluían asalto, hostigamiento y amenazas de violación, linchamiento y otros actos maliciosos.
“Hubo un incidente en el que yo, mi compañero Tighe Barry y el director nacional de Code Pink, Ariel Gold fueron atacados físicamente por una de estas personas, ¡y lo tuvimos en video!, uno de los periodistas lo tenía y se lo mostramos a la policía, el atacante estaba justo allí, lo sostuvieron y luego dijeron: ‘Está bien, déjenlo así, o serán arrestados’. ¿De qué demonios se trata eso? No hicimos nada; estábamos parados allí y nos atacaron», comentó Benjamin.
«Repetidamente, tratamos de que se arrestara a las personas que nos estaban atacando, y ahora ver que Max Blumenthal ha sido arrestado con este equipo SWAT, meses después del hecho es simplemente irritante, de hecho, me hace quiero regresar y exigir que las personas que nos atacaron sean arrestadas «.
Varios activistas fueron arrestados en el transcurso del asedio, la mayoría por simplemente intentar introducir comida en el edificio de manera ingeniosa, pero otros por resistir los ataques que los miembros de la oposición les hicieron.
Los cuatro activistas que permanecieron adentro cuando la policía de Estados Unidos irrumpió en la embajada el 16 de mayo también tienen cargos en su contra que podrían llevarlos a prisión por un año con multas de hasta 100 mil dólares si son declarados culpables.
“Nos han estado acosando, han sido tan terribles en la forma en que han estado apoyando abiertamente a la gente de la oposición del líder de la oposición venezolana, Juan Guaidó, permitiéndoles hacerse cargo de los edificios. Quiero decir, antes de que nos hiciéramos cargo de la embajada, el gobierno de los Estados Unidos les había permitido hacerse cargo del edificio de agregado militar del gobierno venezolano”.
“Fue por eso que le preguntamos al gobierno venezolano: ‘¿Podemos ser una protección para la embajada?’ Así que esto comenzó tan pronto como Estados Unidos decidió intentar dar el golpe de estado en Venezuela, y el tratamiento reciente de Max Blumenthal es solo un ejemplo más de lo desesperados que están por tratar de darle legitimidad a esta oposición venezolana”, dijo Benjamin.
Los informes de Blumenthal, junto con otros periodistas de investigación a través de The Grayzone, han ayudado a exponer un artículo de ropa sucia tras otro en el intento de los Estados Unidos de orquestar un golpe de estado en Venezuela, incluidas las amplias conexiones entre Guaidó y el departamento de estado norteamericano, así como el fraude y la corrupción en el núcleo de la oposición alineada con Guaidó.
Los informes de The Grayzone incitaron la renuncia del economista venezolano Ricardo Hausman de su puesto en el banco interamericano de desarrollo tras una exposición de Anya Parampil, que sacó a la luz los conflictos de intereses y las prácticas financieras opacas del economista mientras trabajaba para apoyar el golpe de estado de Guaidó desde el interior de un importante órgano de capital financiero internacional después de que el gobierno inexistente de Guaidó lo designara como su representante en el banco.
Horas antes de que arrestaran a Blumenthal, otro artículo de Grayzone reveló que los líderes de Guaidó están sacando millones de dólares por año directamente de las arcas de la agencia de los norteamericana para el desarrollo internacional, USAID, para financiar sus esfuerzos, convirtiéndolos en empleados directos del gobierno de los Estados Unidos.
«Esto es indignante, y es una pena que la prensa estadounidense no cubra estos temas, que los políticos estadounidenses no estén indignados de que estemos pagando por todo este intento de golpe de estado, incluidos todos los salarios de estas personas que no tienen absolutamente ningún gobierno que ellos representar», señaló Benjamin.
“Se han apoderado de una embajada, pero no pueden usar la embajada; se han apoderado de consulados que no pueden usar, edificios militares agregados que no pueden usar; y todo esto se hace con nuestro dinero de impuestos».
