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212 activistas asesinados es un récord de calamidad

Activistas de Global Witness advierten que el riesgo aumenta por el Covid-19

El número récord de activistas asesinados el año pasado por defender su tierra y el medio ambiente, según una investigación, pone de relieve el asesinato rutinario de activistas que se oponen a industrias extractivas que impulsan la crisis climática y la destrucción de la naturaleza.

Más de cuatro defensores fueron asesinados cada semana en 2019, según un número anual de activistas muertos compilado por el organismo de vigilancia independiente Global Witness, en medio de crecientes evidencias de asesinatos oportunistas durante el encierro de Covid-19 en el que los defensores quedaron como «patos sentados» en sus propios hogares.

Colombia representa la mitad de las 212 activistas muertos el año pasado, un aumento de casi el 30% de 164 muertes en 2018 y 11 más que el récord anterior en 2017. La mayoría de los asesinatos quedaron impunes y es probable que el verdadero número de asesinatos sea mucho mayor, ya que muchos quedan indocumentados.

La industria minera ha estado probadamente vinculada a la mayoría de las muertes de defensores de la tierra y de activistas del medio ambiente en 2019, según el informe, seguido de la agricultura, la tala y las bandas criminales. Las comunidades indígenas de todo el mundo siguen enfrentando riesgos desproporcionados de violencia, que representan el 40% de los defensores asesinados el año pasado.

Activistas Asesinados.
“La agroindustria, el petróleo, el gas y la minería han sido consistentemente los mayores impulsores de los ataques contra los activistas de la tierra y del medio ambiente, y también son las industrias que nos empujan aún más hacia el cambio climático esbozado a través de la deforestación y el aumento de las emisiones de carbono”, señala un activista de Global Witness.

No importa si eres defensor o activista de tierras o el medio ambiente, Latinoamérica no es un lugar seguro para ti

Junto con las cifras de 2019, los activistas expresaron su preocupación por el hecho de que la lenta o deliberada inacción de los gobiernos y las corporaciones para proteger a las comunidades vulnerables contra el Covid-19 ha llevado a mayores tasas de infección, lo que ha suscitado temores de ataques oportunistas contra los defensores.

En marzo, los líderes indígenas colombianos Omar y Ernesto Guasiruma fueron asesinados mientras se aislaban en casa después de conocer a un alcalde local que había dado positivo por Covid-19. Dos de los familiares de las víctimas fueron gravemente heridos en el ataque.

En Brasil, donde 24 activistas fueron asesinados en 2019, las comunidades indígenas han advertido que «se enfrentan a la extinción» durante la pandemia, con líderes acusando al presidente de extrema derecha Jair Bolsonaro de «aprovechar» Covid-19 para eliminarlos.

Más de dos tercios de los asesinatos verificados tuvieron lugar en América Latina en 2019, incluyendo 33 en la región amazónica solamente. Las muertes aumentaron de cuatro en 2018 a 14 en 2019 en Honduras, lo que convirtió al país centroamericano en el país del mundo per cápita más peligroso para los defensores de la tierra y los activistas del medio ambiente, según el informe.

Fuente
GlobalWitnessAsuntosLegalesElPaisElGuardian

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