Cientos de personas, enojadas por la inflación y la inacción del estado, asaltan el parlamento en Surinam
Cientos de manifestantes se enfrentaron con la policía en Paramaribo, la capital de Surinam. Varias docenas de manifestantes pudieron entrar por la fuerza en el edificio de la Asamblea Nacional. Pero, fueron rechazados con gases lacrimógenos, mientras que otros quemaron y saquearon tiendas en toda la ciudad.
Las Naciones Unidas expresaron su preocupación de que podría haber más violencia. Posiblemente, la protesta en Surinam es un esfuerzo por derrocar al presidente Chandrikapersad Santokhi.
Los disturbios comenzaron como una manifestación grande y relativamente ordenada con miles de participantes en las calles de Paramaribo, capital de Surinam. Estos, estaban enojados por el aumento de los precios de los alimentos, el gas y la electricidad.
Además de las medidas de austeridad impuestas como parte de un acuerdo que el gobierno de Santokhi hizo con el FMI, el año pasado. Al organismo internacional, le preocupaba que los altos niveles de gasto público durante una recesión económica estuvieran empeorando la inflación.
El ministerio de economía de Surinam habría aconsejado a los dueños de negocios que cerraran en previsión de disturbios
A principios de febrero, el gobierno de Surinam anunció que eliminaría gradualmente los costosos subsidios. En el caso, se trataba de gravámenes para combustible y electricidad en un proceso de dos etapas.
«No es sostenible continuar con los subsidios que otorgamos», explicó el ministro de finanzas, Stanley Raghoebarsing, en una conferencia de prensa el 6 de febrero.
«Eso es algo que no podemos permitirnos. Cuesta más de dos mil millones de SRD o dólares surinameses al año. Nuestros contribuyentes y nuestro aparato estatal no pueden permitirse eso. Eso necesita ser ajustado».
El plan de eliminación gradual enfureció a los ciudadanos que habrían llegado a depender de la energía subsidiada, especialmente con la inflación que elevaba el costo de vida.
Los críticos acusaron al gobierno de Santokhi de corrupción e insistieron en que una administración más honesta podría encontrar formas de equilibrar el presupuesto sin aumentar los costos para la población empobrecida.
Otro factor en las protestas antigubernamentales fue la salida del gobierno del partido más pequeño de la coalición de Santokhi, el Partido Nacional de Surinam o NPS.
El partido se retiró de la alianza que le ganó a Santokhi la presidencia en 2020 porque se sintió excluido del proceso de toma de decisiones. Especialmente después de que el presidente despidió a dos ministros del NPS.
El NPS se opuso firmemente a recortar los subsidios a la energía, advirtiendo que el aumento de los costos del combustible empujaría a más surinameses a la pobreza. También fue muy crítico con los altos funcionarios de Santokhi por dar empleos gubernamentales a sus amigos y familiares, una crítica que resonó en gran parte del público.
Las protestas están dirigidas contra el gobierno y su genuflexion al FMI
Con la salida del NPS de la coalición de Santokhi, los surinameses que se oponían a los recortes de subsidios evidentemente sentían que estaban perdiendo su voz en Paramaribo.
La manifestación del viernes se volvió violenta cuando una parte de los aproximadamente 2 mil manifestantes arrojaron piedras y botellas a la policía, destrozaron y robaron tiendas en Paramaribo, y finalmente entraron a la fuerza en la sede parlamentaria.
Funcionarios policiales dijeron que 19 resultaron heridos durante las peleas del viernes y 143 fueron arrestados, con aproximadamente la mitad de ellos liberados poco después.
Santokhi pronunció un discurso a la nación el domingo en el que indicó que «la economía debe normalizarse lo más rápido posible» restaurando el orden. «Reconocemos que la sensación de seguridad como resultado de las erupciones que rodean la protesta se vio seriamente afectada”.
“Por lo tanto, se decidió aumentar la seguridad. En los últimos días se llevan a cabo más patrullas en varias carreteras. Eso continuará», afirmó. Santokhi anunció que se estableció un grupo de trabajo para perseguir a los organizadores del ataque al edificio de la Asamblea Nacional.
«Tenemos las imágenes. Es solo cuestión de tiempo antes de que sea detenido», expresó el ministro de justicia, Kenneth Amoksi, en una conferencia de prensa, invitando al líder de la protesta, Stephano Biervliet, a entregarse a la policía.
