Como parte de los esfuerzos para construir cadenas de suministro globales más resilientes, la inversión china en América Latina y el Caribe bajo la Iniciativa de la Franja y la Ruta. La BRI de una década de antigüedad continúa impulsando importantes proyectos de infraestructura y comercio de combustible.
Desde su creación en 2013, la Franja y la Ruta a desempeñado un papel importante en impulsar el crecimiento económico mundial. A través de mercados emergentes que exportan materias primas al país e importan productos refinados a cambio.
Sin embargo, la transición del país de una economía impulsada por la manufactura a una orientada a los servicios está remodelando los patrones comerciales de China. Con muchos mercados emergentes en el sudeste asiático entrando en la Franja y la Ruta.
Al mismo tiempo, la competencia con Occidente hizo que la inversión china en Europa cayera un 22% el año pasado. Ya que los países europeos bloquearon 10 de los 16 acuerdos en tecnología e infraestructura de la Franja y la Ruta.
En este contexto, la continua inversión de China en América Latina y el Caribe revela la continuidad en su estrategia de la Franja y la Ruta en la región, así como una creciente determinación de competir.
la Franja y la Ruta son un proyecto Infraestructura y cadenas de suministro
Las bajas tasas de interés y una economía china en auge permitieron casi 1 billón en inversión de la Franja y la Ruta en mercados emergentes de todo el mundo entre 2013 y 2022. Sin embargo, la inversión anual se desaceleró de un máximo de 125 mil millones en 2015 a 67.8 mil millones en 2022, según el Centro de Finanzas y Desarrollo Verde.
Esto abrió un espacio que otras naciones están tratando de capitalizar. En junio pasado, los líderes del G7 se comprometieron a recaudar 600 mil millones durante cinco años. con el fin de financiar infraestructura en los países en desarrollo y contrarrestar la influencia de La Franja y la Ruta.
Sin embargo, Latinoamérica sigue siendo un centro de competencia de la cadena de suministro global para el litio, los alimentos y otros productos básicos. Por lo que, China sigue expandiendo su presencia en la región.
En 2021, América Latina y el Caribe recibió entre 7.10 millones y 5.9 millones en inversiones combinadas de China. Con Brasil representando 1.9 millones de inversión extranjera directa. Frente a millones en Argentina, Chile y Perú también recibiendo entradas considerables.
Nicaragua y Argentina se unieron a la BRI en 2022, inyectando un nuevo impulso a la cooperación económica chino y latinoamericana. Elevando a 21 el número de países de la región que firmaron documentos de cooperación. Brasil, México y Colombia son los únicos grandes reductos.
La expansión del comercio de China con la región oculta discrepancias significativas. Por ejemplo, Brasil, Chile y Perú podrían ver más del 40% de sus exportaciones destinadas a China para 2035. Pero, se proyecta que el comercio de China con México alcance solo el 15% de los flujos comerciales totales de este último. México se convirtió en el principal socio comercial de Estados Unidos en el primer trimestre de 2023.