Mientras aún se disputa la presidencia miles siguen en las calles
La policía ha disparado gases lacrimógenos contra los manifestantes que habían salido a las calles de la capital de Bolivia por los controvertidos resultados electorales del país, los enfrentamientos se iniciaron el martes pasado cuando el presidente en ejercicio, Evo Morales, y el candidato de la oposición, Carlos Mesa, debatieron sobre una auditoría de los resultados de las elecciones del 20 de octubre, cuyos resultados han sido puestos en duda debido a una breve suspensión de la publicación de un conteo electrónico del voto.
Con el 84% de los votos contados el día de las elecciones, las encuestas mostraron que Morales probablemente se dirigía a una segunda vuelta con Mesa, sin embargo, cuando se reanudaron los informes después de casi 24 horas, mostró que Morales había logrado una victoria muy delgada.
La votación final, legalmente vinculante, le dio a Morales el 47.08% de los votos al 36.51% de Mesa, menos de un punto porcentual más que el margen de 10 puntos necesario para evitar una segunda vuelta, los resultados desencadenaron protestas y huelgas que han cerrado carreteras, escuelas y negocios en todo el país durante más de una semana.
Morales, un izquierdista que buscaba un cuarto mandato, finalmente fue declarado ganador, lo que provocó acusaciones de fraude por parte de Mesa y sus partidarios, en La Paz, los manifestantes de la oposición construyeron bloques de cuerda, tablas de madera y láminas de metal.
Filas de policías antidisturbios con casco se alinearon en algunas calles, separando a los partidarios de Morales de los manifestantes opuestos al presidente, se usaron gases lacrimógenos en al menos dos lugares para dispersar a los manifestantes.
Morales, quien ha estado en el cargo casi 14 años y es el líder más antiguo de América Latina, ha afirmado que la organización de estados americanos, OEA, auditará las elecciones y que pasará a una segunda vuelta si se encuentra un fraude, la OEA comentó el sábado que esperaban comenzar la auditoría en algún momento de esta semana, mientras los gases lacrimógenos se repartían en las calles.
Los gases y la represión se usaron contra los manifestantes que reclamaban auditoria en las votaciones
«Nosotros, de la manera más transparente y segura, confiando en la soberanía del pueblo, hemos invitado a una auditoría internacional», indicó el vicepresidente Álvaro García a los periodistas el martes temprano.
«Llamamos a la OEA y los países hermanos para que puedan aclarar cualquier duda con respecto a la campaña maliciosa del candidato perdedor, que se niega a aceptar la decisión del pueblo boliviano», señaló García.
«Queremos pedirle a Carlos Mesa, el candidato perdedor, que se una a la auditoría», agregó. «Esperamos una respuesta rápida y afirmativa», mientras el tribunal supremo electoral, TSE, y Morales niegan cualquier irregularidad.
Hablando en la ciudad industrial de Santa Cruz, Mesa comentó a los periodistas que quería garantías del gobierno de que los resultados de cualquier recuento serán vinculantes, «¿Están preparados para reconocer los resultados finales del TSE?», preguntó Mesa, «¿Está preparado el gobierno para dar marcha atrás?»
«No aceptaremos una solución que se burle de la voluntad popular. No aceptaremos una solución que le dé la espalda a la votación del 20 de octubre y no le daremos la espalda a las personas que luchan democráticamente y pacíficamente en las calles», agregó Mesa.
Los manifestantes en las calles lanzaron acusaciones de fraude en Morales: «La auditoría no ayuda ahora», indicó Pamela Vélez, de 37 años, mientras la policía desplegaba gas en una barricada en la parte central de la ciudad, «El gobierno de Morales ha tenido una semana para arreglar la votación».
Mesa, un ex presidente, explicó en una entrevista el lunes que los huelguistas no aceptarían negociaciones para poner fin a las protestas, cinco manifestantes resultaron heridos por disparos el lunes en Santa Cruz, la policía ha dicho que están investigando el incidente.
