La legendaria corrupción de Odebrecht en Latam
Los planes contra la corrupción los deben crear los gobiernos junto con la sociedad civil
La constructora brasileña Odebrecht ha exhibido el escándalo de corrupción más desvergonzado de la américa latina, asociando a funcionarios y políticos de todos los países de la región, ha mostrado a la comunidad en general a conocer cómo se conforma el entramado de la corrupción, ha comentado María Emilia Berazategui, guía del Civil 20 (C20).
María Berazategui, organizadora del grupo anticorrupción del C20, ha dicho, «El escándalo de Odebrecht dio a conocer cómo funciona el engranaje de la corrupción. Pero, cómo funcionaban estas operaciones, permitió ver cómo funciona un esquema de corrupción, el detrás de escena”.
El escándalo de la constructora brasilera ha develado como se había construido un inmenso engranaje de sobornos, blanqueo de capitales, manejo del poder. Que ha afectado a casi todo el continente y ha sido el punto de partida a través del cual el C20 desarrolla herramientas para luchar contra el flagelo que deteriora la economía de américa.
La sherpa ha explicado que, «si hay corrupción y falta de transparencia en los procesos y en las tomas de decisiones es lógico que la ciudadanía comience a perder confianza en los gobiernos». El C20 reúne al poder ciudadano, e instituciones políticas, en un grupo que se consagra a impulsar la nitidez en los procesos gubernamentales. Además del acceso a la información veraz y la intervención ciudadana en todos, los procesos nacionales.
Las políticas contra la corrupción deben nacer de la sociedad civil
«Obviamente tiene un impacto a nivel político y social, y hay que ver cuáles son las consecuencias, es un tema que está en la agenda. La corrupción y la falta de transparencia en general, impacta en la confianza que la ciudadanía pueda llegar a tener en los gobiernos». La militante del C20, propone buscar formas de combatir la corrupción, desde las bases y la sociedad civil.
Berazategui ha añadido que «sería ideal que las estrategias o planes anticorrupción se puedan crear en conjunto entre el Gobierno, la sociedad civil y sector privado». Ha asegurado y cuestiona la inactividad de la sociedad. «¿Cuántas veces pasa que se hacen obras públicas que terminan demorándose mucho más tiempo del que deberían o que la obra se termina paralizando? Si la ciudadanía pudiera estar más involucrada creo que quienes estarían alrededor de la obra tendrían un poco más de cuidado en cómo se manejan», determinó.
La coordinadora del C20, ha destacado la necesidad de que la comunidad, debe tener el derecho a la información clara y certera de lo que se está haciendo con sus impuestos. Y como se está haciendo. «No solo que se publique proactivamente información en sitios web oficiales, sino también que cuando la ciudadanía haga pedidos de información pública se les responda en tiempo y forma». Declaró.
El desafío en casi cualquier país de la región es que las leyes protejan a la sociedad civil. Por ante sus mandatarios y que la ley esté de veras por encima de sus compromisos. «Todo lo que tiene que ver con implementación de leyes es un gran tema que abordar. Muchas veces lo que sucede es que hay legislaciones que técnicamente son muy buenas pero la implementación no sucede como debería», afirmó la coordinadora.
La corrupción, «No es solo una realidad de América Latina, es una realidad que está generalizada. Debido a que los flujos de dinero que se manejan son muy grandes». Añadido que, «es clave que este trabajo que está haciendo el G20 en infraestructura no solamente tenga en cuenta cuestiones financieras. También cuestiones vinculadas a la transparencia y la lucha contra la corrupción, saber de dónde provienen los fondos que financian estas grandes obras de infraestructura». Y como serán administradas, concluyó Berazategui.
